El vigilante de seguridad sancionado por Ilunion está convencido de que es la ‘cabeza de turco’ del famoso ‘Delcygate’. A través de las alegaciones presentadas por el trabajador en contra del expediente sancionador de la empresa, al que ha tenido acceso Periodista Digital en exclusiva, explica en cinco puntos los motivos por los que considera que en ningún momento incurrió en la “falta muy grave” que desde la empresa del Grupo ONCE se le acusa.
Para comenzar, el vigilante alega que la acusación no detalla en ningún momento “si se me imputa la autoría, la colaboración o la pasividad de que estos hechos fueran realizados por un tercero con mi conocimiento y sin mi oposición, todo ello sobre la base de unas presuntas quejas de AENA, las cuales ni se me trasladan ni se me indican en qué sustenta”. En este sentido, considera que se trata de “una clara violación de mis derechos constitucionales y, en concreto, los derechos de un procedimiento con las suficientes garantías”.
Ante la falta de información en el expediente sancionador de Ilunion, el vigilante reclama que se debería “declarar la nulidad del expediente instruido, a la falta de concreción de los hechos imputados y a la inexistencia de relación de los mismos con la tipicidad que se propone”. Al mismo tiempo que niega todos los hechos descritos en el expediente que se le abre a raíz de la polémica reunión del ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y la vicepresidenta de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, en el Aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez.
Fallos de Ilunion
El vigilante aprovecha su defensa para sacar a la luz un fallo en la propia organización de la seguridad de Ilunion. “el día 28 de enero de 2020, siendo las 23.55 horas llego al FBO solo sin el segundo componente femenino, por órdenes de la jefa de equipo del puesto T1 norte (teniendo que ser dos vigilantes según las órdenes del puesto) haciendo el relevo a los vigilantes del turno de tarde».
Contrario a las acusaciones de la empresa del Grupo ONCE, el vigilante deja claro que “en ningún momento dicha persona grabó en mi presencia ni tomó fotografía alguna, ni realizó pregunta alguna que por la que hubiese de presuponer entrega de información sobre las instalaciones”. A lo que agrega: “yo me he dedicado a ser amable con las personas y realizar mis funciones de trabajo que son impedir que nadie acceda a zona restringida y pasar medidas de seguridad a las personas que estén autorizadas”.
A través de sus alegaciones, el vigilante se remite a lo que, hasta la fecha, ha sido el gran talón de Aquiles del ‘Delcygate’: las cámaras de seguridad. “Los hechos que describo son fácilmente comprobables a través de la grabación del día de autos que forzosamente ha de obrar en poder de AENA, en las que se puede constatar como cumplo estrictamente con mi deber y funciones”.
Finalmente, el vigilante deja plasmado que teme estarse convirtiendo en la ‘cabeza del turco’ del ‘Delcygate’: “no queriendo creer que el mismo se deriva del informe por mi elaborado con relación a los hechos acaecidos el 19 de enero de 2020, en el que puse de manifiesto que un miembro del gobierno y sus acompañantes accedieron a la zona restringida sin pasar las medidas de seguridad, toda vez que a las irregularidades denunciadas debería añadir, entonces, que la actual conducta se encuadraría en mobbing hacia mi persona”.
Ábalos presionó a AENA
La firma, del Grupo ONCE, abrió un expediente disciplinario a uno de sus vigilantes de la zona VIP del Aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez después de que permitiese el acceso de un periodista de OkDiario para tomar imágenes de la zona donde se celebró una parte del polémico encuentro entre la vicepresidenta de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, y el ministro de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, el pasado 20 de enero.
Las fuentes de la Dirección de Seguridad de AENA reconocen a Periodista Digital que el ministerio de Transportes impulsó la destitución del trabajador. “Llevan desde el primer día presionando para descubrir a quiénes son los funcionarios detrás de las filtraciones a los medios de comunicación. Cuando salió la noticia con las imágenes de la Zona VIP del Aeropuerto, fueron quienes rápidamente exigieron a la Dirección de Seguridad de AENA que tomarán las medidas oportunas”, explican.
El vigilante fue uno de los dos que trabajaron la noche del polémico encuentro entre Delcy Rodríguez y José Luis Ábalos. “Ellos tenían los ojos encima. Pero no ha gustado nada ni la publicación de las imágenes de la sala VIP, ni mucho menos la declaración ante notario todo lo que ocurrió aquella madrugada del 20 de enero. En este sentido, con las imágenes de OkDiario le pusieron a huevo que le apartasen de una posición que le resultaba del todo incómoda al gobierno”, matizan a Periodista Digital.
Las fuentes internas del Aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez precisan que, tras las presiones del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, la Dirección de Seguridad de AENA interpuso la denuncia ante la Guardia Civil (organismo que tiene el control de seguridad del aeropuerto y de la competencia aérea) lo que llevó a Ilunion a tomar medidas disciplinarias contra el trabajador.