Otro lío más en el que se mete de hoz y coz el peculiar ministro del Interior.
Fernando Grande-Marlaska tendrá que dar muchas y detalladas explicaciones sobre el escándalo que ha supuesto que familiares del etarra Iñigo Gutiérrez Carrillo hayan podido visitarle en pleno estado de alarma a la prisión de Picassent, en Valencia.
Cierto es que el sanguinario asesino acababa de perder a su padre, pero esa no era razón suficiente, con la actual situación por la pandemia del coronavirus, para que su madre y su cuñado viajaran en la jornada del 23 de mayo de 2020 hasta el presidio levantino.
Durante una hora y media han podido hablar con él y con su pareja, María Lizarraga Merino, también condenada por terrorismo y con la que tiene una hija.
Iñigo Gutiérrez Carrillo estaba en un grupo de apoyo del Comando Vizcaya liderado por Arkaitz Goikoetxea y Jurdan Martitegui que se desarticuló en el 2008. Fue juzgado por alguno de los atentados del comando, entre ellos un coche-bomba contrala casa cuartel de la Guardia Civil en Calahorra (La Rioja), el 21 de marzo de 2008. Dentro había 33 personas, entre ellas 23 agentes. Hubo 8 heridos y grandes daños materiales.
INDIGNACIÓN EN LAS REDES Y ENTRE CIUDADANOS QUE SE CONSIDERAN AGRAVIADOS
Por supuesto, la decisión del Ejecutivo de hacer una excepción con la familia de este etarra ha sentado como un tiro a la ciudadanía que no entiende ese doble rasero, personas que ni siquiera han podido velar la pérdida de un ser querido y, en cambio, todo privilegios y facilidades para este sanguinario asesino.
Por ejemplo, familiares de fallecidos a consecuencia del Covid-19, relataban indignados a El Español que esta situación resultaba de todo punto intolerable:
Para este Gobierno tienes que ser etarra o maleante para que te tenga entre algodones. Al resto, que además somos quienes cumplimos con las medidas, como si nos quedamos en la cuneta. Habiendo vivido lo que hemos vivido por el confinamiento, con gente muriendo sola, con otra sin poderse despedir de sus seres queridos ni trasladarse a consolar desde otras provincias, que se permita esto por motivos políticos es una vergüenza mucho peor que los errores que se hayan podido cometer, porque no se respeta nada.
Enrique Cerón, que ha perdido a su padre y a un tío durante la pandemia, señalaba al digital de Pedrojota que:
No me extraña con este Gobierno. Imagino que se deberá a los pactos ocultos que hayan llegado con Bildu. Está claro que el resto no podemos movernos entre provincias y muchos no pudimos si quiera que ir a enterrar a nuestros familiares.
Marlaska (@InteriorGob) acaba de expedir un salvoconducto excepcional para que la familia del etarra Íñigo Gutiérrez Carrillo pueda visitarle en la prisión de #Valencia por la muerte de su padre.
El etarra está condenado por 31 delitos (incluido asesinato y estragos terroristas)
— Alvise Pérez (@Alvisepf) May 23, 2020
Se prohíben expresamente las comunicaciones en las prisiones españolas pero Interior hace una excepción y permite visitas al etarra Iñigo Gutiérrez Carrillo y a su pareja condenada por pertenecer a ETA . Vergüenza @MiguelFolguera @_AVT_ @amigosvictimas https://t.co/rCiTTT2wbN
— Maite Araluce (@maitearaluce) May 23, 2020
Tú no puedes ir al entierro de tus familiares, estos HDP sí
????Un salvoconducto permite viajar desde Gexto hasta la cárcel de Picassent a los familiares del etarra Iñigo Gutiérrez Carrillo. #sosprisiones #AloPresidente#GobiernoDimisionhttps://t.co/PsRmMEdrmN
— #Únete a la resistencia (@surfeand0) May 23, 2020
Marlaska tiene trato de favor con los etarras. #MarlaskaDimision #GobiernoDimision
Un salvoconducto autoriza a familiares del etarra Iñigo Gutiérrez Carrillo a viajar de Getxo a Picassent por la muerte de su padre https://t.co/hfMR0ZljQG vía @NiusDiario— Inma ?? #SánchezVeteYa (@InmaVikinga) May 23, 2020