El ‘caso Dina’ está arrastrando a Pablo Iglesias al fondo de sus ‘cloacas’.
El vicepresidente mantuvo, entre 5 y 36 meses, en su control la tarjeta del móvil de Dina Bousselham, donde había conversaciones personales e imágenes íntimas de su exasesora.
El fundador de Podemos justificó su actuación alegando que buscaba “proteger” a Dina y no meter «más presión» sobre una mujer joven.
Una decisión autoritaria y unipersonal que encaja con las prácticas machistas que, durante los últimos años, vienen denunciando desde la Guardia Civil y el Ministerio de Igualdad.
La Benemérita, por ejemplo, lanzó una campaña en mayo de 2019 donde advertía que controlar la intimidad de la pareja y acceder a la información de un móvil ajeno es delito.
El vídeo, que ha sido ‘reciclado’ en las redes sociales por figuras como Cristina Cifuentes, señala la actuación ‘machirula’ de Iglesias, pese a presumir de un discurso feminista en sus mítines y actos públicos.
Excepto que te llames Pablo Iglesias y seas vicepresidente del Gobierno… https://t.co/CdII23FkDW
— Cristina Cifuentes? (@ccifuentes) July 8, 2020
Una imagen que, justamente, comenzó a tambalear con las filtraciones del móvil de Dina, donde se podía leer que el actual vicepresidente quería “azotar hasta que sangre» a Mariló Montero.
Es importante recordar que el ministerio de Igualdad lanzó una campaña contra la violencia de género titulada ‘Hay salida’ donde se señalaban actitudes machistas o que pudieran incurrir en el maltrato sin pasar necesariamente por la violencia física o verbal.
Así, uno de los lemas propuestos fue ‘Si tu chico te controla el móvil, cuéntalo’, que bien pudiera haber protagonizado Bousselham. En las últimas horas ya corren montajes con este eslogan y la cara de la exasesora de Iglesias.
Nuevos delitos
Con Pablo Iglesias aún ‘chapoteando en sus cloacas’, Teresa Gómez, en Okdiario, ofrece este 9 de julio de 2020 nuevas informaciones relativas al ‘caso Dina‘ que ponen un poco más contra las cuerdas al fundador de Podemos.
Los investigadores del ‘caso Dina’ tienen fundadas sospechas para considerar que el líder de Unidas Podemos pudo haber cometido un nuevo delito, el de fraude procesal, tipificado en el artículo 457 del Código Penal y que se refiere explícitamente a todo aquel que «emplea medios engañosos o artificiosos dirigidos a provocar en el juzgador un error de hecho que haya de originar o pueda originar una resolución errónea y por tanto injusta».
Todo esto viene a colación de que el propio exabogado de la formación morada, José Manuel Calvente, fue muy preciso a la hora de intentar disuadir a Pablo Iglesias de apostar por la vía del robo del móvil de su exasesora Dina Bousselham.