Sigue siendo el ‘caso Dina‘, pero cada vez tiene más visos de ser el ‘caso Pablo Iglesias‘.
El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón sigue teniendo sus sospechas de que el famoso robo del móvil de la que fuera asesora del líder de Podemos fue un burdo montaje.
Pero para ello necesita tener todos los testimonios clave y, por lo pronto, ya ha dado el primer paso citando como testigo a un personaje clave.
Se trata del abogado purgado de Unidas Podemos, José Manuel Calvente. El que fuera coordinador de los servicios jurídicos de la formación morada tiene mucho que contar y su testimonio provocaría que el cerco sobre Pablo Iglesias se estrechase mucho más.
El miércoles 2 de septiembre de 2020 el letrado ha sido citado para prestar declaración como testigo. Esa fecha puede suponer un antes y un después en el futuro judicial del propio líder morado, al que se le puede virar por completo su relato respecto al ‘caso Dina’.
De hecho, el propio Calvente siempre se mostró contrario a la tesis de la sustracción del terminal telefónico de Dina Bousselham por parte de las llamadas ‘cloacas del Estado’ asegurando que eso podía volverse en contra del propio partido.
Sin embargo, el secretario general de Unidas Podemos, alarmado por todo el material que salía publicado en medios como Okdiario, insistió en plantear la defensa por esa vía y rápidamente recurrió a una argucia para dejar fuera de juego y expulsar de la formación a Calvente, la de un supuesto acoso sexual a otra letrada del partido, Marta Flor, algo que ha quedado demostrado como una burda mentira.
Es más, el abogado purgado de la formación morada no tendrá dificultades en atestiguar ante el magistrado de la Audiencia Nacional sus sospechas de que el famoso robo del móvil de Dina fue un montaje. Calvente lo ha comentado tanto en sus redes sociales como a los medios que se han puesto en contacto con él.
FUTURO NEGRO PARA EL LÍDER MORADO
La cuestión que se sustancia, amén de la gravedad que ya supuso conocer que Pablo Iglesias retuvo en su poder la tarjeta de Dina Bousselham sin que esta lo supiera y sin tampoco comunicarlo a la Policía o las tribunales en los que planteó el podemita la denuncia, es que tal vez el famoso hurto del móvil ni siquiera se llegara a producir.
Lo cierto es que ya se pone en duda el propio robo del terminal telefónico de Dina Bousselham y se abre la puerta a un delito de denuncia falsa, lo que complica más esta trama en la que Pablo Iglesias ha pasado de ser víctima a sospechoso y su antigua subalterna en el Parlamento Europeo ha ido perdiendo credibilidad cada vez que abría la boca.

