El comisario habría sido el ‘cupido’ en la historia de amor ‘progre’

El ‘noviazgo’ del exjuez Garzón y la fiscal Dolores: unidos Villarejo y cerca de romper por culpa de Sánchez

La pareja fue ‘pillada’ mientras cenaban románticamente en la trattoria Bacco ubicada en la Piazza Giovanni della Malva (Trastevere-Roma)

El ‘noviazgo’ del exjuez Garzón y la fiscal Dolores: unidos Villarejo y cerca de romper por culpa de Sánchez
Dolores Delgado, Alberto Garzón y José Manuel Villarejo. PD

La pandemia del COVID-19 desveló la llama del amor que existe entre el exjuez Baltasar Garzón y la Fiscal General del Estado, Dolores Delgado.

Al mejor estilo de una comedia romántica, ambos mantuvieron una amistad durante más de 30 años. Cada uno de sus matrimonios e hijos fueron creando un vínculo que explotó en pasión. Sin embargo, igual que en los ‘films’, existe un peligro que pondrá a prueba su relación: el asalto del Gobierno de Pedro Sánchez al Consejo General del Poder Judicial.

Evitemos los ‘spoilers’ y demos un paso atrás al inicio de la historia de amor ‘progre’.

Fuentes cercanas a la exministra socialista afirman que “fue el roce el que fue haciendo el cariño”. Es importante recordar que ambos trabajaron juntos contra el tráfico de drogas, el crimen organizado y el terrorismo de ETA.

Sin embargo, señalan que el verdadero ‘cupido’ del noviazgo fue el comisario retirado de la Policía Nacional José Manuel Villarejo.

La cercanía de Villarejo con Baltasar Garzón y Dolores Delgado ya quedó demostrada en 2018, cuando salieron los audios de una comida celebrada en octubre de 2009 en la que participaron los tres junto a varios policías.

El almuerzo, que fue íntegramente grabado, evidencia el grado de confianza e intimidad que mantenían los comensales. No solo porque se puede oír cómo se refieren a la pareja como “Lola” y “Balta”, sino también por la exministra de Justicia bromeó abiertamente sobre sexo (llegando a llamar a Fernando Grande-Marlaska “maricón”) y habló de asuntos judiciales.

Un año después de aquella comida en el restaurante madrileño Rianxo, Garzón fue suspendido por investigar crímenes del franquismo. Dos más tarde, en 2012, el Tribunal Supremo lo inhabilitó durante 11 años por ordenar escuchas entre acusados y abogados del caso Gürtel y fue expulsado de la carrera judicial.

A pesar de que José Manuel Villarejo se convirtió en la ‘diana’ de la extrema izquierda, el comisario retirado habría sido quien unió a unas de las parejas ‘progres’ más famosas del Gobierno.

Amores ocultos

“Estaban liados desde hace muchos años. Ella apenas era una fiscal [Fiscalía Especial Antidroga de la Audiencia Nacional] y él ya estaba dentro de la Audiencia Nacional”, afirman a Periodista Digital. Una pasión que mantuvieron en secreto, presuntamente, por sus respectivos matrimonios.

El exjuez estaba casado con Rosario Molina, quien es la madre de sus tres hijos, María, Baltasar y Aurora. Desde ‘El Español’, confirman que el matrimonio ya está roto, pero sin dar a conocer la fecha precisa.

Por su parte, hasta 2018 la exministra de Justicia compartía su vida sentimental con el fotógrafo y alto ejecutivo de El Corte Inglés, Jordi Valls Capell, quien es el padre de sus dos hijas.

Con ambos matrimonios acabados, Baltasar Garzón y Dolores Delgado fueron relajando sus precauciones para no demostrar su amor en público. Un descuido que terminó con las románticas fotografías tomadas en Roma por una turista española.

Las imágenes, tomadas el 19 de septiembre, muestran a la pareja cenando en la trattoria Bacco ubicada en la Piazza Giovanni della Malva, en el popular y turístico barrio de Trastevere (Roma).

“Yo calificaría la cena de romántica. Él le tomó la mano tiernamente y la besó”, aseguró la turista al diario ‘El Mundo’.

¿Una relación en peligro?

La vinculación sentimental entre la Fiscal General del Estado y el exjuez está generando gran inquietud dentro del Poder Judicial.

Más aún cuando el Gobierno de Pedro Sánchez está avanzando en un asalto al Consejo General del Poder Judicial. Un proceso en el que, como precisa Fernando de la Rosa en su artículo ‘Plan Garzón’, el exjuez cuenta con un gran protagonismo.

No se trata de un proyecto reciente o improvisado, sino de un objetivo que se lleva años preparando.

“Ese plan no se vio truncado a pesar de que el exjuez fue expulsado de la carrera judicial al ser condenado en 2014 a 11 años de inhabilitación por el Tribunal Supremo por prevaricación. Hoy en día la relación entre Garzón y Podemos está fuera de duda, como se acreditó cuando firmó el pasado abril un manifiesto de apoyo a Pablo Iglesias cuando el CGPJ protestó ante las críticas realizadas por el vicepresidente contra el Supremo por la condena de la dirigente de Podemos Isa Serra por atentado a la autoridad y lesiones”, detalla De la Rosa en ‘La Razón’.

“También hay que recordar que hace unos días Garzón mostró su preocupación porque Lesmes siga como presidente del CGPJ, marcando el pistoletazo de salida a las críticas de dirigentes de la izquierda radica”, recalca.

Los nexos de Garzón con los ataques al Poder Judicial podrán aumentar las discrepancias de los jueces y fiscales hacia Dolores Delgado, quien ya está en la ‘lupa’ por ocupar el cargo tras ser la ministra de Justicia de Pedro Sánchez. Es decir, con mucho riesgo de su parcialidad al tomar decisiones.

Con el Poder Judicial en pleno terremoto y con la UE amenazando al Gobierno del riesgo que suponer su ataque al CGPJ se genera una gran presión que podrá acabar con la relación de “Lola” y “Balta”.

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Autor

José Antonio Puglisi

Periodista italovenezolano especializado en economía y periodismo de investigación.

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