Las presiones nacionales e internacionales para evitar la deportación de Hugo ‘el pollo’ Carvajal a Estados Unidos están empezando a surtir efecto.
La Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional ha suspendido cautelarmente la entrega del exjefe de Inteligencia chavista a la Justicia de Estados Unidos, quien es acusado de urdir un plan para «inundar de cocaína» EEUU en colaboración con la guerrilla colombiana de las FARC.
¿El motivo?, los magistrados Alfonso Guevara, Carlos Fraile y María Teresa García indican que «se suspende la materialización de la entrega» hasta que el Ministerio del Interior informe sobre la petición de asilo que cursó Carvajal en 2019 y recalca que no puede resolver hasta conocer este extremo.
En otras palabras, coloca el futuro de ‘el pollo’ Carvajal en manos de Fernando Grande-Marlaska, quien previsiblemente tendrá que seguir los lineamientos del Gobierno del PSOE-Podemos, lo que podría paralizar la deportación del chavista debido a los nexos íntimos que existen entre el Gobierno de Pedro Sánchez y la dictadura de Nicolás Maduro.
Es importante recordar que la ley que regula el asilo establece que «la solicitud de protección suspenderá, hasta la decisión definitiva, la ejecución del fallo de cualquier proceso de extradición de la persona interesada que se halle pendiente».
En paralelo, la defensa de Carvajal también había pedido suspender cautelarmente la entrega a la Sala de lo Contencioso del Tribunal Supremo, ante la que recurrió la decisión del Gobierno de dar luz verde a su extradición.
Llamadas de presión
El pasado 10 de septiembre, Periodista Digital adelantó que la detención del exjefe de Inteligencia del régimen chavista, Hugo ‘el pollo’ Carvajal, hizo que Moncloa recibiera una importante cantidad de llamadas telefónicas. Tres de ellas para solicitar ‘in extremis’ que se evite la extradición del exgeneral bolivariano.
En concreto, según fuentes diplomáticas solventes confirman a Periodista Digital, se trata de los contactos provenientes del régimen de Nicolás Maduro, de la dictadura de Miguel Díaz-Canel y del propio expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Según indican las fuentes citadas, todas las conversaciones apuntan en la misma línea: “se pidió al Gobierno de España que retrase bajo cualquier excusa o fórmula el proceso de extradición, mientras se busca una fórmula para garantizar que Hugo Carvajal no esté a disposición de la Justicia de Estados Unidos”.
El asesor político Esteban Gerbasi también publicó en sus redes sociales la existencia de las llamadas desde Caracas y La Habana al Gobierno PSOE-Podemos y advertía que la extradición se buscaría alargar lo máximo posible: “Tenemos que esperar que su defensa apele a todo lo que la justicia corrupta española les permita comprar”.
Jugada de emergencia
Carvajal intentará frenar su extradición solicitando al Tribunal Supremo que la suspenda hasta que se resuelva un recurso pendiente en el alto tribunal, de acuerdo con fuentes de la defensa.
Los abogados de Carvajal impugnaron en mayo de 2020 la decisión del Consejo de Ministros de entregarlo a Estados Unidos, un recurso sobre el que está previsto que el Supremo resuelva el 26 octubre. La defensa solicitará al Supremo que suspenda el proceso de extradición con unas medidas cautelarísimas para esperar a este fallo, así como a la petición de asilo formulada por vía administrativa, aún sin respuesta.
El principal argumento de la defensa, según las fuentes consultadas, es que si España enviara a Carvajal a Estados Unidos en estos momentos y un mes después el Supremo concluyera que no había que entregarlo, ya sería irreversible.
Sin embargo, la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo ya rechazó las medidas cautelares planteadas por la defensa en mayo de 2020, al considerar que debía prevalecer el «interés general» frente al «particular» de Carvajal, y recalcando que durante el proceso judicial en la Audiencia Nacional se preservaron sus derechos fundamentales, por lo que pudo hacer las alegaciones oportunas y éstas se escucharon y analizaron, y que, cuando supo que sería extraditado, huyó.
Para intentar que su entrega quedara paralizada con esas medidas cautelares, ‘El Pollo’ insistió en negar los hechos que se le imputan y alegó que, de ser enviado a Estados Unidos, sería sometido a «tortura» para «obtener información sobre el régimen imperante en la República Bolivariana de Venezuela». Y ello, continuaba, porque Washington cree «erróneamente» que formó parte del «entorno cercano» a Chávez y Maduro.