Es una ley inquebrantable.
El que se acuesta con niños, mojado amanece.
Y eso es lo que le está sucediendo a Pedro Sánchez.
El presidente del Gobierno, el mismo que no podía conciliar el sueño ante el escenario de tener que compartir la mesa del Consejo de Ministros con políticos de Unidas Podemos, ahora paga con creces el haber traicionado sus propias palabras y engañado a sus propios votantes.
Meritxell Batet, presidenta del Congreso de los Diputados, a buen seguro presionada desde las altas esferas del Ejecutivo, se negó por activa y por pasiva a cumplir la sentencia del Tribunal Supremo que obligaba a retirar el acta al parlamentario podemita Alberto Rodríguez, el ‘pateapolicías’.
La socialista se encastilló en su postura hasta que el juez Marchena le recordó lo obvio y no tuvo más remedio que dar cumplida cuenta a lo que se le mandataba.
Pero, era de esperar, la cosa no iba a verse de la misma manera desde el partido de Ione Belarra.
Y esta, ni corta ni perezosa, ya ha ordenado la presentación de una querella contra Batet por prevaricación.
Alberto Rodriguez fue condenado a pesar de las pruebas que demuestran que él no estuvo allí. El objetivo era quitarle el escaño.
El Supremo presiona a la Presidencia del Congreso para retirárselo aunque ambos saben que no es lo que dice la sentencia.
Prevaricación.
— Ione Belarra (@ionebelarra) October 22, 2021
Es más, el portavoz del grupo parlamentario morado, Pablo Echenique, ya deja caer la posibilidad de llevar el caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos:
@PabloEchenique: «En la sentencia del Supremo en ningún caso está que haya que quitar el acta de diputado a Alberto Rodríguez. Ya hay jueces en la prensa diciendo que si esa barbaridad jurídica se ejecuta, pues en Europa vamos a volver a hacer el ridículo como país». pic.twitter.com/zowI9fKMdy
— PODEMOS (@PODEMOS) October 22, 2021
«Si la sentencia contra Alberto Rodríguez llega al Tribunal Europeo de Derecho Humanos, España va a sufrir un nuevo ridículo internacional como tantos otros que nuestro sistema judicial nos ha hecho vivir en los últimos meses».
?️ @PabloEchenique#JuecesContraLaDemocracia pic.twitter.com/Oair5eY4ZY
— PODEMOS (@PODEMOS) October 22, 2021
El problema de todo este embrollo, tal y como editorializa este 23 de octubre de 2021 el diario ABC, viene dado, precisamente, por el empeño de un Sánchez en no querer pillarse los dedos ni con la Justicia ni con su socio podemita.
El presidente del Gobierno ha tratado de soplar y sorber al mismo tiempo y eso, aparte de que resulta imposible, solo ha incrementado su ridículo hasta extremos insospechados, aunque las tortas se las esté llevando la propia Meritxell Batet:
El problema de fondo es que el PSOE ha dejado caer, como no podía ser de otra forma, al diputado Rodríguez, obedeciendo al fin la sentencia del Tribunal Supremo que lo había inhabilitado por la agresión a un policía. Bastante claro dejó ayer el Supremo a la presidenta del Congreso que la sentencia es transparente. Tanto que al Tribunal no le quedó más remedio que ironizar sobre la ignorancia del Congreso acerca de la propia ley. Y eso, si fuera verdad y tratándose de la Cámara legislativa de este país, sería doblemente grave.
Pero que nadie se engañe. No ha habido ninguna duda jurídica en absoluto; Batet y Sánchez solo han querido mantener un irresponsable pulso al Supremo, con las horas contadas y sin posibilidad de victoria, para defender a Podemos. No solo han hecho el ridículo, sino que han puesto de manifiesto la debilidad de su coalición y el desconocimiento de la situación de descomposición –de ahí la sobreactuación– por la que atraviesa el partido que le sirve de apoyo.