“De ser metido en un avión, al pisar Venezuela yo seré torturado”

Rolando Figueroa, el opositor venezolano al que Marlaska manda al «corredor de la muerte»

El Ministerio del Interior rechazó en dos oportunidades ofrecerle asilo político y su proceso de obtener la nacionalidad venezolana está congelado desde 2018

Rolando Figueroa siente que Fernando Grande-Marlaska le está enviando al “corredor de la muerte”.

El opositor venezolano está al borde de la extradición al régimen de Nicolás Maduro. ¿El motivo?, que el Ministerio de Interior le negó, por segunda vez, el asilo político al creer que se trata de un militante de base en la oposición venezolana.

Una situación que no encaja exactamente con su perfil. Figueroa fue director general de Justicia y Culto en el Gobierno de Hugo Chávez, pero “al no doblegarme a las exigencias de un régimen dictatorial” acabó tildado de “escuálido” [termino despectivo usado por el chavismo para referirse a la oposición] y “amenazado por una funcionaria, que era una especie de comisaria política”.

Se trata de Mayerling Rojas, quien era directora general de Derechos Humanos. Es decir, la misma funcionaria que, al ver que Figueroa se sumó a las filas de la Mesa de Unidad Democrática y al partido Voluntad Popular (el mismo que Leopoldo López), “me volvió a amenazar”.

Una advertencia que cumplió 18 meses después de que el opositor llegase a España en 2017: “Aunque cuando yo salí del país no tenía ninguna causa pendiente, habían creado un expediente contra mí por estafa y asociación para delinquir”.

En este sentido, el venezolano defiende que la presunta estafa no es más que «una artimaña» ideada por Rojas, a la que incluye en el «cártel» de Maduro, para destruirle. «Son hechos completamente infundados», con un nivel de «incongruencia» que los hacen «novelescos», insiste, para aclarar que solo era asesor legal de la empresa denunciada. «Es una causa para perseguirme políticamente», sentencia.

El ministerio de Grande-Marlaska estaría facilitando la venganza del régimen chavista, ya que rechazó las dos peticiones de asilo de Figueroa: la primera en 2019 “cuando fui detenido por primera vez por una solicitud de extradición del régimen del dictador Maduro” y posteriormente en 2021 cuando pasó 60 días preso en el centro de Teixeiro.

Su petición de obtener la nacionalidad española no obtuvo mejores resultados. El trámite lleva congelado desde 2018 y, si bien se trata de un proceso que no suspendería todo el proceso de la extradición, el venezolano lo tiene claro: “¿el Gobierno español enviaría a un español a Venezuela?”.

Totalmente desesperado y con el temor de ser la próxima víctima de las torturas y abusos de las fuerzas de seguridad de la dictadura chavista, Figueroa hace una petición a Grande-Marlaska: “Haga una revisión exhaustiva y vean las pruebas. Quién pone la denuncia y cómo se aprovechan de la cooperación internacional para perseguir a venezolanos que tuvimos que dejar todo atrás”.

Si bien el opositor venezolano defiende la imparcialidad de las instituciones de España y no considera que su caso pueda ser utilizado para tender puentes entre el Gobierno PSOE-Podemos con el régimen de Maduro, también reconoce que “la única forma que pierda la fe y la esperanza en ellos será el día en que me monten en un avión y sea extraditado a Venezuela”.

“Eso marcaría un precedente muy delicado”, sentencia.

Torturas bolivarianas

«De ser metido en un avión, al pisar Venezuela yo soy torturado (…) No se sabrá más nunca nada de mí», precisa el opositor, quien sabe que «existe un riesgo latente de muerte» porque denuncia que el país funciona ya como un «narco-régimen» donde «no hay separación de poderes».

«No me están entregando a un país de Schengen, no me están entregando a un país donde se respeten los Derechos Humanos y se garantice un debido proceso (…). Todos los funcionarios del Gobierno están sancionados por Europa y perseguidos en Estados por narcotráfico», recalca.

De hecho, alerta de que los familiares que aún tiene viviendo en Venezuela «son amenazados constantemente».

Consciente del peligro que supone la dictadura venezolana, Figueroa admite con el corazón en un puño: “En ese momento siento miedo hasta en España, miedo personal de que me puedan hacer algo a mí o a mi familia”.

Defensor del Pueblo

La adjunta primera del Defensor del Pueblo, Teresa Jiménez-Becerril, solicitó el 25 de abril «paralizar» la extradición del opositor venezolano hasta que haya una resolución judicial firme sobre la decisión del Ministerio de Interior de denegarle el asilo.

Así consta en un escrito enviado por Jiménez-Becerril a Figueroa donde le comunica formalmente que han recibido su petición de suspender su entrega a Caracas, «teniendo en cuenta las circunstancias» que concurren en su caso.

«Le informo que en el día de hoy me he dirigido al Director General de la Policía, al que he solicitado, como autoridad policial competente para llevar a efecto la eventual entrega, que valore paralizar, suspender o aplazar provisionalmente la misma en tanto haya un pronunciamiento judicial definitivo en España (…) sobre este caso», le indica.

En el escrito, fechado el 22 de abril, Jiménez-Becerril alude también a «la situación actual de los Derechos Humanos en Venezuela», sin entrar en detalles.

Figueroa se reunió con Jiménez Becerril la semana pasada, por intermediación del destacado opositor venezolano Leopoldo López, para trasladarle su caso y presentar una queja formal ante el Defensor del Pueblo solicitando que se suspendiera su extradición a la nación caribeña.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

José Antonio Puglisi

Periodista italovenezolano especializado en economía y periodismo de investigación.

Lo más leído