Está a la espera de juicio por otros delitos de menor calado

El cabecilla del avión patera evita la sedición y lo celebra gritando: “¡Viva Pedro Sánchez!”

El pasajero quedó en libertad semanas atrás gracias a la reforma del código penal y consigue ahora un permiso para vivir en Madrid con su hermana

Yassine Jaouhari y Pedro Sánchez
Yassine Jaouhari y Pedro Sánchez PD

“¡Viva Pedro Sánchez! ¡Viva el Congreso de los Diputados! ¡Viva Pedro Sánchez!”.

Todo era una fiesta para Yassine Jaouhari en la Audiencia Provincial de Palma. La reforma del Código Penal de Pedro Sánchez para salvar a los golpistas independentistas se convirtió en un salvavidas para el inmigrante que supuestamente fingió un coma diabético para que un avión patera aterrizase de forma forzosa en el aeropuerto de Palma en noviembre de 2021.

A pesar de estar a la espera de juicio acusado de favorecimiento de la inmigración ilegal, Yassine Jaouhari no dudó en agradecer a gritos al presidente del Gobierno su “colaboración” para mejorar su situación penal, ya que al igual que otros 19 inmigrantes fugados ya no podrán ser acusados de sedición después de la reforma exprés impulsada por el Ejecutivo socialista.

“Cuando el agente judicial vino el 17 de enero y me dijo que estaba libre no me lo creía, estaba muy feliz”, reconoció.

Con una bolsa de medicinas -ninguna para la supuesta diabetes que padece-, vestido con un chándal del Paris Saint Germain, una gorra negra y gafas de sol, el pasajero considerado el cabecilla de la primera patera aérea de la historia de la aviación ha posado ante los medios.

El pasado 17 de enero, Yassine y los otros 21 inmigrantes detenidos del avión patera fueron puestos en libertad, tras la supresión del delito de sedición. Sobre ellos pesaba una petición de pena de cinco años de cárcel para cada uno. Este martes ha denunciado que ha pasado «14 meses en prisión por la cara».

Los abogados pidieron su excarcelación a raíz de la modificación del Código Penal impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez. La Audiencia Provincial los dejó en libertad en vista de que el principal delito por el que estaban acusados había decaído. Los pasajeros fueron trasladados a un centro de internamiento en Barcelona a la espera de su expulsión a Marruecos. Hoy precisamente la Provincial de Baleares ha rechazado que se les expulse antes de juzgarlos, como había planteado la brigada de Extranjería de la Policía Nacional.

Yassine, en cambio, se ha quedado en Mallorca a la espera de juicio acusado de favorecimiento de la inmigración ilegal, que por el tipo de delito no puede ser expulsado de España. Otro pasajero, de origen palestino, también está libre ante la imposibilidad de repatriarlo.

«Soy una víctima»

«Yo no soy un criminal. Soy una víctima del avión patera», afirmó a ‘Ultima Hora’, asegurando que no conocía al resto de pasajeros que se fugaron de la aeronave a empujones con la tripulación y que escaparon a la carrera por las pistas de aterrizaje del aeródromo mientras a él lo trasladaban al hospital. Acusa a la Policía de no proporcionar la seguridad en el aeropuerto para evitar la fuga y dice ser inocente: «No soy peligroso. No han encontrado nada en mi móvil».

El joven de 25 años detalla que tras quedar en libertad se ha alojado en un albergue en Palma. Niega haber fingido el coma diabético que provocó el aterrizaje forzoso y que todo fuera un plan orquestado desde una página de Facebook, como apunta la investigación policial.

Asegura que no conocía a ningún pasajero y que iba de vacaciones a Turquía con un billete de ida y vuelta que le costó 400 euros, aunque sin un plan definido. Pese a que los médicos que le atendieron en el hospital palmesano de Son Llàtzer descartaron que sufra diabetes, el joven marroquí insiste en que «cuando se pone nervioso, le sube el azúcar».

En una entrevista con el ‘Diario de Mallorca’ explicó que cuando la jueza le preguntó por qué no llevaba insulina si era diabético y él respondió que no lo sabía «porque no es médico». Contó que su familia le mandaba dinero a la cárcel y que tuvo una pelea con otro preso por defender a Mohamed VI, el Rey de Marruecos. Aunque pidió ayuda al Consulado y a la Embajada de Marruecos, no le contestaron. «No me han dado ni un euro para comprar pan», se lamenta.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído