La trama judicial que envuelve al clan Pujol añade un nuevo episodio digno de una novela: Jordi Pujol Soley, quien fuera presidente de la Generalitat y figura emblemática del nacionalismo catalán, ha solicitado a la Audiencia Nacional que lo exima de comparecer en el banquillo de los acusados alegando demencia senil.
Con 95 años a cuestas y tras más de diez años de investigaciones, el patriarca busca esquivar el juicio por la supuesta ocultación de una considerable fortuna familiar en Andorra, así como por blanqueo de capitales y otros delitos relacionados con la corrupción política.
La defensa ha presentado tres informes médicos que detallan un grave deterioro tanto físico como cognitivo, argumentando que el exmandatario no está en condiciones de comprender el proceso judicial ni participar en su defensa.
En respuesta a esta solicitud, la Audiencia Nacional ha instruido a la Clínica Médico Forense del tribunal para que realice un examen médico independiente.
El resultado será determinante para decidir si el exlíder catalán puede enfrentar el juicio programado para el próximo 24 de noviembre.
Las próximas semanas serán decisivas cuando el dictamen médico forense determine si finalmente Jordi Pujol ocupará un lugar en el banquillo o si tomará una salida digna como si se tratara del desenlace inesperado de una novela policíaca. Sea cual sea el resultado, este clan familiar se enfrenta al escrutinio público más riguroso vivido hasta ahora.
Un precedente familiar y táctica judicial
No es la primera vez que se emplea esta estrategia en la familia. Marta Ferrusola, esposa de Pujol y ya fallecida, fue excluida del proceso en 2021 debido a un Alzheimer avanzado, reconocido por la Audiencia como causa suficiente para su inimputabilidad. El juez Santiago Pedraz archivó su parte del caso tras comprobar que su estado mental hacía imposible cualquier juicio.
Sin embargo, Pujol no ha solicitado explícitamente ser declarado inimputable por demencia sobrevenida como sí hizo su esposa. Según fuentes legales, el expresidente tiene intención de declarar, aunque su defensa estudia la posibilidad de que al menos se le permita seguir el proceso mediante videoconferencia desde Barcelona, evitando así tener que viajar a Madrid.
Delitos y acusaciones: la magnitud de la macrocausa
El proceso judicial que enfrenta la familia Pujol es monumental:
- La Fiscalía Anticorrupción reclama nueve años de prisión para Jordi Pujol por asociación ilícita y blanqueo de capitales.
- Para sus siete hijos, las penas solicitadas varían entre ocho y veintinueve años de prisión, además de multas millonarias. Su primogénito, Jordi Pujol Ferrusola, recibe la solicitud más severa junto a una fianza de 7,7 millones de euros.
- La familia enfrenta acusaciones por asociación ilícita, blanqueo de capitales, falsedad documental, delitos contra la Hacienda Pública y frustración del ejercicio.
La investigación se inició en 2012 cuando María Victoria Álvarez, expareja de Jordi Pujol Ferrusola, denunció ante la Audiencia Nacional sobre el transporte clandestino de maletas llenas de dinero en efectivo hacia Andorra. Las indagaciones revelaron cuentas opacas y sociedades pantalla vinculadas al clan familiar. En 2014, el propio Pujol admitió haber mantenido una fortuna oculta en el extranjero durante más de tres décadas, alegando que era una herencia paterna nunca declarada.
¿Juicio o inimputabilidad?
El futuro del caso depende del informe forense. Si se confirma que Pujol padece una demencia senil que le impide comprender los procedimientos judiciales, el tribunal podría declararlo inimputable, excluyéndolo del juicio. Los expertos legales apuntan que no basta con los documentos presentados por la defensa; es necesario garantizar un reconocimiento médico independiente.
Mientras tanto, los demás acusados sí deberán comparecer ante el tribunal a menos que se decida aplazar las audiencias debido a problemas de salud del patriarca. A medida que se acerca una resolución definitiva, este caso se encuentra en su fase final con Pujol intentando evadir el banquillo mientras sus hijos enfrentan sanciones que podrían cambiar radicalmente la historia política catalana.
Las cifras del escándalo y un largo camino judicial
Se estima que el patrimonio familiar gestionado fuera de España supera los 30 millones de euros, según datos proporcionados por las autoridades policiales y judiciales. Las investigaciones han puesto al descubierto movimientos financieros entre cuentas en Andorra y Suiza, así como sociedades instrumentales involucradas en operaciones sistemáticas de blanqueo. Este procedimiento ha durado trece años, con muchos implicados superando ya los sesenta años y el principal acusado acercándose al siglo.
La Abogacía del Estado no imputa directamente a Jordi Pujol; sin embargo, sí solicita severas condenas y fianzas para su primogénito y otros miembros del clan. El juicio comenzará en noviembre y podría extenderse hasta abril de 2026; promete ser uno de los procesos más mediáticos y complejos vividos en España recientemente.
Curiosidades y detalles del caso Pujol
- La historia comenzó con una denuncia personal: la expareja de Jordi Pujol Ferrusola relató cómo transportaban billetes escondidos en maletas hacia Andorra.
- La confesión pública realizada por Jordi Pujol en 2014 marcó un antes y un después en la política catalana.
- Marta Ferrusola fue excluida del proceso tres años antes de fallecer tras ser considerada inimputable debido a su Alzheimer avanzado.
- Las penas solicitadas para toda la familia superan los 90 años tras las rejas junto con cuantiosas multas económicas.
- Si se confirma la demencia senil alegada por Pujol, podría repetirse lo ocurrido en otros juicios mediáticos donde edad y deterioro cognitivo han sido determinantes para evitar condenas.
