El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha
sido abucheado e insultado hoy por decenas de personas mientras
hacía campaña por el "no" al Estatut en un mercado de L"Hospitalet
de Llobregat, un incidente que, según el líder popular, habría sido
"organizado" por el PSC, al que ha acusado de "sectarismo".
La visita de Rajoy al mercado de Collblanc de L"Hospitalet, uno
de los "feudos" socialistas en el área metropolitana barcelonesa,
hubo de reducirse a apenas diez minutos tras ser recibido con gritos
de "fuera, fuera" o insultos como "fascista", mientras algunas de
las pescaderas y vendedoras hacían sonar utensilios metálicos a modo
de "cacerolada".
El paseo ha tenido momentos de tensión cuando ciudadanos críticos
con la política de los populares, que lanzaban gritos como "no te
atrevas a volver aquí" o "fuera de Cataluña", y militantes del PPC
se han encarado y han mantenido rifirrafes dialécticos.
Posteriormente, en un mitin ante unas 200 personas en la misma
ciudad de L"Hospitalet, tanto Rajoy como el presidente del PPC,
Josep Piqué, han acusado al PSC de "organizar" los abucheos en el
mercado, y han censurado "el sectarismo" y "lo antidemocrático" del
PSC por utilizar un eslogan como "Sí gana Cataluña, No gana el PP".
A su vez, el portavoz adjunto del PPC en el Parlament, Daniel
Sirera, ha dicho que "el PSC está detrás del clima de crispación y
odio hacia el PP", después de que las juventudes del PSC repartieran
hoy, durante un mitin a favor del Estatut en La Canonja (Tarragona),
decenas de pegatinas en las que podía leerse: "Zapatero contra la
guerra, Rajoy contra la paz".
En este mitin, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez
Zapatero, ha asegurado que el "no" al Estatuto de Cataluña "tiene
los votos y los días contados" y ha considerado demostrado que su
apoyo al Estatut no es consecuencia de ninguna "necesidad política",
sino que se debe a que cree firmemente en Cataluña.
En el mismo mitin, el presidente catalán, Pasqual Maragall, ha
querido zanjar la polémica sobre si el lugar de nacimiento debe
condicionar la decisión del PSC sobre su futuro candidato a la
Generalitat, y ha proclamado que el primer secretario del PSC, José
Montilla, es un catalán de "pura cepa".
Por su parte, José Montilla ha exigido a CiU que "aparque" la
"campaña electoral permanente en que se ha instalado" y "se
tranquilice" porque "ahora toca Estatut y Cataluña", y "las
elecciones ya vendrán".
Desde las filas de CiU, mientras el presidente del partido, Artur
Mas, ha afirmado hoy que "confía" en que José Luis Rodríguez
Zapatero actuará con "lealtad" a la hora de desplegar y aplicar el
Estatut, el secretario general de la formación, Josep Antoni Duran
Lleida, ha alertado de que el PSOE "hará todo lo que pueda" para
dificultar el despliegue y desarrollo del nuevo texto.
Según Mas, si Rodríguez Zapatero "se la ha jugado en los momentos
más difíciles, espero que en el momento que se tenga que hacer el
despliegue y la aplicación del Estatut se la siga jugando y entienda
que este texto tendrá permanencia en el tiempo, siempre y cuando se
aplique con la máxima lealtad y fidelidad al espíritu y la letra de
lo que dice".
El ex conseller primer y dirigente de ERC Josep Bargalló ha
advertido en Cervera (Lleida) de que si en el referéndum del 18 de
junio el "sí" es rotundo, Cataluña quedará situada en un escenario
de "boca cerrada, manos atadas y cabeza baja" que hará difícil
conseguir mayores cotas de soberanía.
Después de expresar su deseo de que si se aprueba el nuevo
Estatut en el referéndum "no sea para 15, 20 o 25 años porque esto
significa tener que esperar de nuevo mucho tiempo para avanzar en el
derecho a Cataluña a decidir", Bargalló ha anunciado el compromiso
de ERC, con independencia del resultado del 18-J, de "empezar a
trabajar el día después para lograr mayores competencias para la
Generalitat.
El presidente de ICV, Joan Saura, se ha referido a los abucheos a
Mariano Rajoy en L"Hospitalet y ha asegurado: "me gusta mucho que la
gente le diga clarísimamente" que lo que está haciendo su partido
"va contra Cataluña".
En un acto en Granollers, Saura ha matizado que "no me gusta que
se increpe y se insulte a nadie", pero que cree oportunas las
"muestras de reprobación" de los ciudadanos catalanes respecto de la
política del PP.