Julia Navarro – Escaño Cero.- Entre el ser y parecer

MADRID, 7 (OTR/PRESS)

El PSOE se ha dado una hoja de ruta para los próximos años, y en mi opinión mucho de los objetivos marcados están fuera de la «agenda de las preocupaciones» de los ciudadanos, lo que no quita para que sean temas que pueden tener una importante trascendencia social.

Modificar la ley del aborto, abordar la eutanasia, hacer de España un Estado definitivamente laico, son las propuestas «estrellas» de los socialistas y con las que nos han tenido entretenidos estos últimos días. Y digo lo de entretenidos porque en vista de la que está cayendo con la crisis, Zapatero y los suyos han decidido que eso mejor ni tocarlo, o pasar de puntillas, y en vez de ofrecer soluciones para lo que nos preocupa nos ofrecen abordar asuntos que lo único que desatan son recelos y polémicas estériles.

Pero eso sí, hablar del aborto, de la eutanasia o del laicismo le permite al PSOE decir que a su izquierda no hay nadie, en un momento en que muchos analistas le han criticado al presidente Zapatero que haya votado a favor de las nuevas normas migratorias de la UE que consagran por ejemplo el que una persona pueda estar «retenida» 18 meses, o que los hijos puedan ser separados de los padres enviándoles a países que ni siquiera sean los suyos.

De la misma manera que desde la UE se nos impone la semana de 60 horas laborables y aquí nadie se ha opuesto con energía. De manera que Zapatero y el PSOE tenían que recobrar como fuera la seña de identidad de que son la izquierda fetén y a eso se han dedicado este fin de semana.

Pero en mi opinión éste PSOE no es más de izquierdas después de éste congreso sino que es más radical que al fin y al cabo es lo que es Zapatero.

Nuestro presidente no es que tenga una visión renovada del socialismo, es que lo suyo es otra cosa, ya he escrito en alguna ocasión que me recuerda a Marco Panella y su Partido Radical.

Así las cosas, me parece necesario que se aclare de una vez por todas la ley del aborto y se añada un plazo determinado para abortar.

Lo que no puede ser es que con el supuesto de los problemas psicológicos de la madre se aborten embarazos de seis, siete y hasta ocho meses. De manera que si a los tres supuestos que contempla la ley se le añade un plazo determinado para abortar se estarán marcando unos límites necesarios.

En cuanto a lo de la laicidad, a mí me parece que esta batalla que tiene nuestro presidente contra la Iglesia es un poco decimonónica.

Soy una firma partidaria de la separación entre Iglesia y Estado, y creo en eso de que a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César, pero me parece que no podemos olvidar de dónde venimos, y la nuestra es una cultura basada en la herencia greco-romana y en el judeo-cristianismo. Nos gustará o no nos gustará pero eso es así, y claro querer borrar dos mil años de Historia porque sí es un poco fuerte.

Puede que un día de éstos los terminen proponiendo convertir las catedrales en discotecas. Y menos mal que han rectificado, aunque sea temporalmente con lo de los Funerales de Estado.

En cuanto a la eutanasia, pues sencillamente se me ponen los pelos de punta de pensar que el Estado puede llegar a decidir cuándo alguien debe de morir. Una cosa son los cuidados paliativos, el evitar el sufrimiento inútil, y otra muy distinta que alguien decida que una vida no merece continuar siendo vivida y acabar con ella, eso sí con unos protocolos a seguir.

En todo caso, son cuestiones interesantes para el debate que en estos momentos no están en la agenda de las preocupaciones ciudadanas. Pero Zapatero necesitaba echar una cortina de humo a la crisis y además aparecer como el que es más de izquierdas que nadie.

Bueno, pues objetivo cumplido, que ya sabemos que en la sociedad mediática en que vivimos todos nos quedamos en los titulares.

Julia Navarro.

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