MADRID, 11 (OTR/PRESS)
Dos congresos centran la atención política durante este fin de semana: El del PP vasco, de un lado, y el de CDC, el partido de Artur Mas, de otro lado. El primero suscita bastante más «morbo» por razones evidentes: según todas las impresiones previas, se llega al tercero de los congresos regionales del PP con bastante carga de tensión y de división, por causa de la sucesión y ausencia de María San Gil y de las dimisiones que se han producido en los últimos días de directivos alineados con San Gil.
También el anuncio de la ausencia de Jaime Mayor Oreja añade leña a este fuego de un PP que no termina de dar buenos ejemplos…
Por si fuera poco, el Congreso se abre después de haberse difundido una encuesta según la cual, si ahora mismo se efectuaran elecciones, paree muy improbable que el PNV repitiera la mayoría suficiente como para volver a formar gobierno con sus socios, el tripartito vasco.
Por el contrario, PSE más PP podría alcanzar esa mayoría para gobernar… ¿Qué sucede con Mayor Oreja? Hay varias informaciones referidas a su actitud: De una parte, un relato sobre su reciente presencia en una boda, en la que coincidía con José María Aznar, señalaba que se habían ignorado, y no llegaron a saludarse ni a despedirse.
De otra parte, se asegura que Mayor Oreja ya había anunciado formalmente a Mariano Rajoy su nula disposición a volver a encabezar la lista de los candidatos del PP a las elecciones al Parlamento Europeo.
De manera que parece en la misma línea de salida que su amiga María San Gil: La línea de salida, definitiva o temporal, del PP…
En cuando al Congreso de CDC, se desarrolla sin mayores tensiones salvo las que origina un tiempo ya largo en la oposición. También se produce al día siguiente de divulgarse una encuesta según la cual, es apreciable el desgasta de apoyos que recoge el tripartito que encabeza Montilla, si bien éste mantiene ventaja sobre su adversario Artur Mas.
La decadencia en votos del tripartito ya era apreciable con ocasión de las elecciones generales del 9-M, cuando los dos socios del PSC se vieron notablemente adelgazados por los votos que prefirieron sumarse al PSOE-PSC.
En cuanto al partido de Mas, no parece que quepa esperar mayores sorpresas que las de cualquier otro congreso de esta especie. Ha destacado hoy una encuesta de «El Periódico de Cataluña» que el electorado nacionalista no apoya un viraje nacionalista de CDC.
La misma encuesta indica que el 48 por 100 de los consultados creen que Artur Mas es el adecuado para seguir liderando CiU. El propio Artur Mas hace declaraciones al otro diario catalán, La Vanguardia, sobre la conveniencia de que «los catalanes estemos unidos y no divididos», y su segundo propósito de aglutinar la ilusión de los catalanes, no el descontento.
Reitera Mas su «manual»: El derecho a decidir, para un nacionalista, es un camino que no puede tener techo: No afrontaré los comicios, en las autonómicas catalanas, como la última oportunidad; Iré a por todas; Propondré que la relación con Unió -su socio de coalición «de toda la vida»- no sea menor que la que tenemos ahora; CiU no está obligada a pactar con el PSOE; El objetivo de CDC no es el poder, es el proyecto de país…
Es decir, muy escasas novedades sobre la doctrina tradicional…
Hay ya otros dos congresos en preparación, y que se celebrarán en septiembre: Los del PP y del PSOE de Madrid. El primero reelegirá, sin ningún problema, a Esperanza Aguirre como presidenta del PP madrileño.
Aguirre se ve «sobrada» ante este Congreso, hasta el punto de que no tiene alternativa, pese a las facilidades ofrecidas para la presentación de otras candidaturas…
El segundo también es muy probable que reelija a su actual secretario general, Tomás Gómez, llegado al cargo hace precisamente un año. Gómez no está logrando el apoyo ni el conocimiento popular que de él cabía esperar cuando sustituyó al ya olvidado antecesor, Rafael Simancas.
JOSE CAVERO
