Consuelo Sánchez-Vicente – Calentitos, y crispaditos


MADRID, 27 (OTR/PRESS)

Vacaciones más cortas, destinos más baratos, playas sembradas de sombrillas y hamacas del chino, y entre vuelta y vuelta y chapuzón y chapuzón, más neverita y menos chiringuito.

De los restaurantes ni hablamos. Días enteros en la playa, que no pide pan, tardes más de mirar que de comprar – pasillos llenos, tiendas vacías – refugiados bajo el chorro del aire acondicionado del centro comercial, noches de darle a la alpargata curioseando entre los tenderetes del mercadillo hasta que pasa el calor, y cuando pasa, a dormir, que como dijo la señorita Escarlata, mañana será otro día.

Es la crisis, el paisaje de la crisis. Soñar sí pero con cuidado, salir sí pero mirando el bolsillo, gastar sí pero lo que se pueda, descansar sí pero respetando las reglas del juego de la crisis. Estamos en crisis. Las costumbres de ocio, los hábitos de consumo, el veraneo familiar, todo cambia. Menos las «politiquillas» del Gobierno y de la oposición.

La política es otra cosa, por ejemplo, que Zapatero y Rajoy no se hubieran levantado la semana pasada de la mesa sin alcanzar un consenso sobre la mayor preocupación de los ciudadanos, la crisis.

No me parece más difícil que los que consiguieron contra ETA o sobre la reforma del poder judicial. Los modelos económicos del PSOE y del PP son muy distintos, pero cuando les interesa entenderse, vaya si se entienden, y en lo que les interesaba lo han hecho.

ETA, por ejemplo, la renovación del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional, por ejemplo. ETA fue el eje de la crispación de la anterior Legislatura, «derrota» versus «diálogo», ¿recuerdan? En esta, me temo que la crisis podría tomar el relevo.

A falta de un acuerdo político entre sus dos máximos líderes para afrontar juntos la crisis, el PSOE y el PP siguen a sus ingeniosidades, a sus propagandillas y a sus mentirijillas. Lo último del número dos de Zapatero en el PSOE, José Blanco, es que el líder del PP Mariano Rajoy quiere recortar los gastos sociales porque para la derecha los gastos sociales son «gastos suntuarios».

Lo último de la número dos de Rajoy en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, que Zapatero gobierna para los «millonarios» en vez de para los «mileuristas».

Rajoy nunca ha dicho lo que dice Blanco, y a Zapatero se le puede acusar de casi todo menos de lo que le acusa Soraya; pero la demagogia crispa mejor que la verdad, y Zapatero y Rajoy nos quieren electoralmente calentitos cuando llegue septiembre. Antes con ETA, ¿ahora con la crisis? Como si no hiciera ya bastante calor.

Consuelo Sánchez-Vicente.

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