José Cavero – La incesante protesta contra De Juana


MADRID, 3 (OTR/PRESS)

Era perfectamente esperable que este regreso a la sociedad civil del etarra De Juana Chaos resultaría controvertido, y originaría muchas más protestas de las que nunca suscitó. La indignación de las víctimas y de muchas otras personas es comprensible.

A todos repugna que un asesino con 25 muertes a sus espaldas pueda disfrutar de libertad después de haber cumplido poco más veinte años de prisión, y ya con esa pena, y declarándose económicamente insolvente, haya cumplido sus deudas con la sociedad a la que retorna, libre de toda culpa, merced a unas leyes excesivamente generosas y laxas. No ha sido, ciertamente, De Juana, el único beneficiario de esta política de reinserción.

Antes que él, aunque con muchísimo menos ruido, regresaron a sus pueblos de origen otros cuantos asesinos que apenas cumplieron una mínima parte de su condena y que, ojalá no hayan caído en la tentación de regresar a las armas y a la obediencia de la banda y sus jefes…

En el caso de De Juana Chaos se dan circunstancias que explican, pero no justifican, tal abundancia de generosidad por parte de la sociedad. Con leyes generosas o con leyes más estrictas, es evidente que un etarra no cumple los tres mil años de su sentencia, por elevado que sea el número de sus víctimas.

Pero es igual de evidente que con veinte años de cumplimiento -por buena conducta, por reducciones de condena múltiples, por distintas circunstancias políticas y sin que previamente se haya pedido perdón a la sociedad y a las víctimas y familiares- no es razonable que esos asesinos retruenen a sus localidades o sus barrios de origen, en los que inevitablemente coincidirán con familiares de las víctimas que mataron en atentados inolvidable.

Y todo eso ha sucedido en el caso de De Juana Chaos, con todos los agravantes posibles. De manera que su excarcelación ha venido a provocar la consternación y el llanto de sus propias víctimas y de muchas otras, que se han visto reflejadas en casos parecidos. Por si fuera poco, los proetarras vascos se lanzaron a la calle a rendir homenaje al asesino de la esquina de Juan Bravo y Príncipe de Vergara. También, para empeorar las cosas, se ha relatado que el asesino salía de prisión con una sonrisa en los labios, como señal de victoria sobre sus enemigos irreconciliables.

¿Pudo haberse hecho algo para evitar lo que ha acontecido estos días? Se intentó evitar su reintegración cuando ya era tarde, cuando algunos cálculos sobre los beneficios penitenciarios, añadidos a la revisión de penas, advirtieron que, en unos pocos años, algunos etarras con multitud de asesinatos a sus espaldas se verían libres y sin otras causas pendientes.

Fue el caso de De Juana Chaos, que aún prolongó su permanencia un par de años más en prisión por causa de unos artículos de prensa en los que vertía amenazas sobre funcionarios de prisiones… Pero también esa prolongación de penas llegó a su fin, y llegó el día de su regreso a la libertad.

A todo esto hay que añadir la utilización política que algunos han hecho del caso, que ha crispado aún más la situación. De Juana Chaos no se ha visto beneficiado por las «leyes de Zapatero», ni mucho menos, y es seguro que en anteriores legislaturas se beneficiaron otros etarras con parecida relación de crímenes. Pero eso no ha interesado recordarlo…

José Cavero.

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