José Cavero – El espectáculo del reparto


MADRID, 13 (OTR/PRESS)

Algunos analistas del PP han llegado a poner seriamente en duda, en los últimos días, si las peleas entre socialistas, particularmente entre socialistas catalanes y todos los demás, no podrían conducir hasta alguna forma de división en el primer bloque político del país. En realidad, pocas veces se han escuchado voces tan airadas y tan acusadoras como las del profesor Castells, conseller de Montilla, a quien hasta la fecha se consideraba lúcido y escasamente inclinado a partidismos, por su condición de catedrático de Economía ajeno al debate político.

Y sin embargo, ha logrado convertirse en el líder de la revuelta catalana, y a ponerse en cabeza de los republicanos y de los comunistas catalanes, pero también del PP de Alicia Sánchez todos a una coincidentes en «sacar una pela más» al Gobierno central en beneficio de Cataluña. ¿Será cierto el viejo temor, que ya en su día expresó el fallecido Francisco Fernández Ordóñez, de que el reparto de dinero entre las fuerzas políticas de las distintas Comunidades Autonómicas estaría muy por encima de la bandería política, y que no habría que descartar que los partidos se dividieran por razón de las discrepancias internas que originarían tales repartos de fondos entre catalanes, andaluces, aragoneses, castellanos…?

Pues ahora estamos empezando a asistir a todo un espectáculo que no había que descartar que acabara en algo así de grotesco. Estamos viendo cómo los andaluces de Chávez se vuelven contra el andaluz reconvertido al catalanismo que es José Montilla, pero también al aragonés Iglesias, al castellano Barreda, al gallego Touriño, todos a una contra el tripartito catalán, y en particular, contra el tripartito que conforman los socialistas Montilla, Castells e Iceta.

Pero incluso entre los populares se han podido advertir disidencias internas graves, que probablemente nadie quiere amplificar, ni siquiera advertir. A Alicia Sánchez, líder del PP catalán, le ha faltado tiempo para rendirse al líder Castells y sumarse a sus huestes «contra Madrid»: Sánchez Camacho no está de acuerdo con la argumentación del profesor conseller, pero sí está de acuerdo con cualquier fórmula que resulte más rentable para Cataluña que la actualmente vigente.

Cabe esperar que «el padrecito Solbes», o el sabio Solbes, llegue a la reunión definitiva de la financiación autonómica con una fórmula que, como él mismo nos había anunciado, no perjudicará a nadie, sino que beneficiará a todos, aunque no se sabe si en el grado suficiente como para complacer a los catalanes. No es improbable que Solbes reconduzca la cuestión y que Zapatero pueda, finalmente, dar su bendición final a un tormentoso mes de agosto, en el que las pasiones y la afición al dinero se saltaron cualquier reclamación lógica y legítima, muy por encima de la solidaridad entre regiones.

José Cavero.

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