Rosa Villacastín – El abanico – Dolor en la familia de Simeón de Bulgaria


MADRID, 19 (OTR/PRESS)
La orden de Simeón de Bulgaria a sus hijos Kubrat, Kyril, Konstantin y Kalina ha sido tajante: vuelvan con sus familias a sus lugares de vacaciones, a la espera de nuevas noticias sobre la salud de Kardam, su heredero, ya que de momento lo único que se puede hacer por él es rezar y esperar.

Esperar para ver cómo evoluciona después del grave accidente que sufrió el domingo pasado en El Molar, cuando volvía a Madrid con su esposa Miriam Ungría. Un punto negro de las carreteras en el que han perdido la vida varias personas en las últimas semanas.

Me dicen que la situación de Kardam es grave, muy grave, tanto que tuvieron que sedarle e inducirle al coma para evitar que mueva las manos, muy dañadas, o la cabeza, ya que sufre traumatismo craneoencefálico. De ahí que las próximas horas sean decisivas para el hijo de Simeón y Margarita Gómez Acebo, quienes han dado órdenes al servicio médico para que no faciliten ningún parte, salvo que se produzca algún cambio en el estado de salud de su hijo.

Lo que trata de evitar el Rey Simeón, tan discreto siempre, es que las inmediaciones del 12 de Octubre se conviertan en un improvisado plató de televisión, como ya ocurrió con Rocío Jurado o con Raphael. Algo que no va a poder evitar porque se trata de una familia muy querida por toda la prensa, y a los que siempre ponemos de ejemplo de cómo se puede ser Rey o Príncipe sin perder la educación cuando un alocado reportero les hace la pregunta más estúpida del mundo.

Siendo menores los daños sufridos por Miriam Ungría, la esposa de Kardam, también ha tenido que ser sometida a una operación que ha durado seis horas, seis largas horas. En un principio todo parecía indicar que sus heridas eran menos graves que las de su marido -le fue diagnosticada por el SAMUR una simple fractura del codo, y algunas contusiones-, pero al llegar al Hospital de la Paz, y después de un exhausto reconocimiento, vieron que las heridas de una mano eran profundas por lo que fue llevada al quirófano.

De momento se encuentra estable, a la espera de que en unos días abandone el centro sanitario, a donde se ha desplazado la Infanta Elena -intima amiga del matrimonio y de todos sus hermanos-, y Kalina, su cuñada, que se encontraba con su bebé y su marido de vacaciones en Marruecos, y a quien inmediatamente el Rey de ese país, puso su avión privado a su disposición, para que pudiera volver a Madrid para ver a sus hermanos.

A Miriam no le han dicho todavía la situación extrema en la que se encuentra su marido. No sólo por las heridas que haya podido sufrir su cerebro sino por cómo quedarán sus manos.

Viendo las fotos que de ambos han publicado estos días los periódicos, me acordé del día de su boda, en una iglesia ortodoxa de la zona norte de Madrid. Fue una ceremonia íntima, donde quedó de manifiesto el buen gusto de los de Bulgaria a la hora de elegir esposas. Todas bellas, todas elegantes e inteligentes: Carla, María, Rosario, y Miriam, mujeres de su tiempo que trabajan, cuidan de sus hijos, y se divierten, pero teniendo como bandera la discreción.

A mucha gente le ha extrañado que sólo la Infanta Elena se haya desplazado a Madrid y no así el Rey Juan Carlos, que se encuentra en Palma. Me consta que ha sido el propio Simeón quién les ha dicho que de momento no se muevan porque Kardam se encuentra en la UCI, donde no se le puede ver.

Aunque estoy segura de que cuando la Reina Sofía y Doña Cristina, vuelvan de Pekín, una de sus primeras visitas será a los Bulgaria. una familia a la que siempre han estado muy unidos, todos sin excepción. Ellos fueron los primeros en acoger a Letizia como a una más del clan.

Rosa Villacastín.

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