Fermín Bocos – El misterio de Obama


MADRID, 26 (OTR/PRESS)

«Con Obama, vamos a restablecer el futuro». Tengo para mí que estas palabras del veterano senador Edward Kennedy (muy aplaudidas por la multitud que asiste al cónclave del Partido Demócrata en Dénver) han dado la clave para poder interpretar el discurso del candidato demócrata a la Casa Blanca. Barak Obama vende humo.

Es una estrella mediática; es inteligente, buen orador, tiene buen tipo, es elegante -lo que no es poco bagaje para triunfar en la vida- pero, ¿qué es lo que ofrece en política? Pues todo y nada. Dice su eslogan de campaña más celebrado que se pueden cambiar las cosas… pero hasta ahora no ha dicho cómo piensa hacerlo.

Quizá mañana, en Denver, en el discurso que pronunciará tras ser designado oficialmente candidato a la Presidencia de los EE.UU. se decida a concretar cuales son sus planes para, por ejemplo, cambiar el darwiniano modelo sanitario del país; o, calendario en mano, proclame las fechas de la retirada de las tropas de Iraq.

O concrete cual será su política en relación con Oriente Medio, Rusia o el neocolonizado continente africano. Si llega a ser presidente, ¿reconocerán los EE.UU. la jurisdicción del Tribunal Penal Internacional? ¿Frenará el plan Bush para instalar misiles en Polonia y Chequia apuntando a Rusia? Quizá, ya digo, se atreva a concretar algo porque hasta ahora no lo ha hecho.

Su discurso poético, incluso «naïf», forma parte de su encanto pero en términos políticos es su Talón de Aquiles. Se ha convertido en una estrella mediática -el mitin de Berlín recreaba el ambiente de los conciertos de las estrellas de rock-, pero como político es casi un misterio.

Entre otras razones porque su campaña para llegar a la Casa Blanca se ha transformado -no en una denuncia de los abusos de poder y demás errores de la Administración republicana- sino en un referéndum sobre la personalidad de Obama. Semejante estrategia ha dejado prácticamente de lado la cuestión de fondo: si América quiere juzgar y enterrar la era Bush o, si, por el contrario, piensa reivindicarla y prolongarla eligiendo presidente a John MacCain, el candidato conservador. Ya digo, como político, Obama es un misterio.

Fermín Bocos.

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