José Cavero – Aznar se reivindica a sí mismo


MADRID, 28 (OTR/PRESS)

Como bien es sabido, José María Aznar fue Presidente del Gobierno entre los años 1996 y 2004, y tuvo logros considerables en materia económica. Bien puede decirse que «el ciclo económico estuvo de su parte», hasta lograr, como él suele decir con satisfacción, que la economía española alcanzara una fuerza considerable.

Aznar optó por no presentarse a un tercer mandato y sin consenso de nadie, hizo a Rajoy candidato a la sucesión, por encima de otros miembros de su propio equipo, como Rodrigo Rato, que había manifestado opiniones contrarias a su intervención en la invasión de Irak. Aznar, antes de su retirada, tuvo que hacer frente al 11-M, el peor atentado de la Historia de España, que costó las elecciones al PP tres días después, el 14 de marzo de 2004.

Ahora comparte sus consejos de administración y sus conferencias y cursos internacionales con la presidencia de la Faes y en el último congreso del partido mostró abiertas diferencias con Rajoy, su sucesor en la presidencia del PP.

Lo cierto y verdad es que la popularidad de Aznar ha ido bajando considerablemente ya en los últimos años de su mandato: hay coincidencia en que le sobró la segunda legislatura, en la que cometió notables errores, entre ellos la boda «imperial» de su hija Ana en el Santuario de El Escorial y con centenares de invitados ilustrísimos…

Cabe suponer que con estas declaraciones, Aznar trata de reivindicar su buen nombre y la buena gestión de su Gobierno, después de haber proclamado de sí mismo que había sido el mejor presidente que tuvieron nunca los españoles. Las encuestas más recientes lo niegan…

En sus declaraciones a El Mundo dice Aznar, entre otras cosas llamativas y a menudo controvertidas: El PSOE pagará tarde o temprano un precio por su tremenda deslealtad tras la masacre del 11-M. -Cabe recordar que Aznar pretendió gestionar aquella gravísima crisis en solitario, precisamente para beneficiar a su partido en las elecciones de pocos días más tarde. Incluso la gran manifestación contra el terrorismo la convocó él personalmente, sin consultar ni admitir a nadie más en su convocatoria.

Dice también Aznar: Por mucho que algunos se empecinen nunca me voy a arrepentir de la foto de las Azores, fue algo histórico. -Ciertamente, fue histórica aquella decisión, también adoptada exclusivamente por él y sin ningún acuerdo ni con su partido ni con su Gobierno, de los que Aznar «pasaba» como auténtica «reina madre» y superiora general. Las encuestas señalan que aquella decisión «histórica» de Aznar no es compartida por los españoles, y hay pocas dudas de que aquella intervención en Irak colaboró en la derrota del PP en 2004 y en 2008.

Aznar acusa a su sucesor y proclama que la Constitución del 78 está siendo gravemente vulnerada con la complicidad del Gobierno. Cabe recordar que el propio Aznar tuvo serias dudas y reticencias durante la Transición y cuando se elaboraba la Constitución… Asegura también Aznar que Felipe González no le apreciaba. Pero era recíproca la falta de afecto, y de respeto. González llevaba más de diez años de jefe del Gobierno cuando Aznar empezó sus críticas frontales y su estribillo «váyase, señor González». Todo tipo de argumento era válido en aquella campaña de destrucción del inquilino del palacete que Aznar trataba de ocupar.

Según Aznar, recibió una herencia muy mala y «dejé el país más rico de la Historia de España». Es indudable que al equipo económico de Aznar, y básicamente a Rodrigo Rato, le correspondió hacer frente a las derivaciones del final de una crisis a la que ya se venía oponiendo tenaz y eficazmente el ministro Solbes. Los años siguientes, primera legislatura de Zapatero-Solbes, se superaron todos los buenos datos del período anterior. En materia de ETA sostiene Aznar serias contradicciones consigo mismo. Después de haber sido víctima de un ataque de la banda, sorprendió a todos con una aproximación a ETA, en la que llegó a referirse a ella como «movimiento nacional de liberación vasco».

Dice ahora Aznar: Nadie me puso lo del MLNV en la boca. ¿Qué quiere decir, que no lo llegó a decir? Eso está grabado y emitido cien veces en todas las radios y televisiones. Prosigue Aznar: Ni negocié ninguna tregua ni estuve dispuesto a aceptar condiciones. -Así se escribe la historia, pero es radicalmente falso que sus «delegados» no llegaran a negociar* Aznar dice también que «a día de hoy sigo pensando que asfixiar a los etarras de todas las maneras como la única forma de acabar con ellos».

Y una afirmación más: Claro que cometimos errores en el 11-M, pero ni intentamos mentir ni nuestra posición era una triquiñuela partidista. No fue esa la actitud que observaron los electores en aquellas elecciones dramáticas del 14-M, en las que se castigaron aquellos errores de gestión de una tragedia que el PP y sus mandos policiales «no olieron» ni una vez producida, y cuya autoría se obstinaron en negar contra toda evidencia, conscientes de que se jugaban aquellas elecciones cruciales y el regreso del PP a la Oposición…

José Cavero.

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