MADRID, 9 (OTR/PRESS)
Han sido necesarios meses y decenas de malos datos para que el vicepresidente económico del Gobierno comience a contarnos algo más parecido a la realidad.
Dice que estamos muy cerca de la posibilidad de entrar en recesión económica (dos trimestres seguidos de crecimientos negativos o decrecimientos) aunque, eso sí, añade que no trabaja con la hipótesis. No lo entiendo, o la ves llegar o no la contemplas.
Pero, en fin, ha pronunciado la palabra trágica, lo que hasta ahora negaban y por lo que insultaban a quines se atrevían siquiera a mencionarla.
En todo caso, los datos están ahí. Los de actividad y los de desempleo. Y ni un sólo experto apuesta porque no haya recesión en este final de año y quizás también el año que viene. Ya tenemos encima de la mesa las decisiones de los fabricantes de automóviles: reducción de la producción y regulaciones de empleo. Para colmo, Trabajo ya dice que el sistema de pensiones es insostenible y el INEM no tiene dinero suficiente para la avalancha de prestaciones por desempleo.
Con este panorama ¿qué nos va a contar hoy Zapatero? ¿Va a seguir manteniendo ese optimismo falso e irresponsable que ha estado vendiéndonos hasta ahora, ya con todas las alarmas encendidas? Y, si no es así, ¿qué medidas va a anunciar? ¿Va a seguir echándole la culpa a Bush de la crisis económica y la imposibilidad de luchar contra ella con armas potente?. De lo que no me cabe la menor duda es de que no va a reconocer que nos ha estado engañando y menos que no sabe qué hacer para superar este trance. Seguirá con su discurso falso del gasto social y de nuevo se cebará con el PP para desviar la atención. ¡Cómo si el PP tuviera en sus manos la posibilidad de tomar medidas! Ya saben eso de que el PP recortaría derechos como ya hizo en su etapa de gobierno.
La realidad es que no hay ningún plan de medidas serias y que algunas de las que se han tomado tarde encima han sido erradas. El Gobierno mantiene unas previsiones ilusorias y falsas y ha perdido todo control sobre la situación.
Carmen Tomás.
