MADRID, 15 (OTR/PRESS)
Los más pequeños han regresado al colegio, y sus padres son coincidentes en que es una exageración, y hasta una barbaridad, que los chavales permanezcan a su cargo todo un trimestre. Pero esa opinión generalizada no termina de fraguarse en ninguna medida que remedie la situación.
La vuelta al cole de los más pequeños, y en los días siguientes de los «medianos», de las clases ya más avanzadas, tiene otras sorpresas, como una mayor presencia en las aulas, que obliga a levantar algunos barracones, o al avance de las enseñanzas de la Educación para la Ciudadanía.
Y se corresponde, en la política, a la entrega del Gobierno a negociar el apoyo a los presupuestos generales del estado, en teoría la primera asignatura de cada nuevo curso político, aunque esta vez ya hemos tenido algunos debates que también han abreviado las muy largas vacaciones parlamentarias: el debate sobre financiación de las autonomías o el debate sobre las medidas adoptadas o que pudieran adoptarse contra la crisis económica en marcha.
El vicepresidente económico y ministro Solbes hace unas declaraciones que reproducen los periódicos español El Economista e italiano Il Sole 24 Ore, en las que empieza hablando del origen de la crisis: la crisis inmobiliaria, las hipotecas subprime y la subida de los precios del petróleo. Y sobre si España está a un paso de la recesión, dice Solbes que conoceremos en el tercer y cuarto trimestre, momentos difíciles, de crecimiento negativo, que repercutirá sobre la ocupación. Pero que mantiene la previsión de crecimiento en el 1,6 por 100 para este año y del 1 por 100 para 2009, aunque dependerán del petróleo y los tipos de interés, entre otros factores exógenos.
Explica Solbes que el primer análisis de la entonces llamada desaceleración económica se equivocó porque sólo se centró en el ajuste inmobiliario, pero que ha terminado extendiéndose a otras actividades, creando una crisis de liquidez generalizada que se ha extendido a Europa y España. Según el vicepresidente, se ha tratado de unos fenómenos anómalos, que no se podían prever, al menos, con esta intensidad. Y sobre la gran cuestión, crisis hasta cuándo, Solbes opina que esta fase negativa, salvo otras sorpresas financieras -y la caída de Lehman Brothers producida en las últimas horas pudiera ser una de ellas- «el próximo año será difícil» que se produzca el cambio de tendencia.
Aunque, insiste en que España tiene un potencial de crecimiento superior al tres por ciento, y tiene las empresas y capacidades empresariales y la mano de obra necesarias. Más aún, añade, si en este período aprovechamos para llevar a cabo las reformas estructurales necesarias. La finanza española tiene una importante ventaja con respecto a la competencia: está bien capitalizada y es muy rentable, y tiene reservas mayores que la media de la UE.
En la segunda parte de estas declaraciones de Solbes se refiere a lo que ha hecho el Gobierno para atajar la crisis: Hemos decidido ayudar a las familias y a las empresas, suavizando la presión fiscal y hemos tomado medidas para asegurar la liquidez de las pymes y al sector inmobiliario. En el trienio 2008-2010 invertiremos en total 40 mil millones de euros. Anuncia luego que en 2009 el gasto público se reducirá hasta el 3,5 por 100, teniendo en cuenta decisiones anteriores como las inversiones en infraestructuras, los aumentos de las pensiones mínimas y de los salarios y la financiación de la Ley de Dependencia.
Pese a lo cual, anuncia Solbes reformas estructurales, propósito que concreta: Necesitamos un país más comprometido con la I más D y la economía del conocimiento, un país con menos burocracia, más competencia y liberalizaciones. En fin, Solbes se declara prudentemente moderado y satisfecho: Diría que merecemos un cómodo aprobado. Estoy bastante satisfecho, asegura el vicepresidente.
José Cavero.
