MADRID, 20 (OTR/PRESS)
¿Quiere usted almorzar -no se sabe si a solas- con Mariano Rajoy? Pues intente ganar el concurso de vídeos «a ver quién critica mejor al gobierno socialista» que ha puesto en marcha el Partido Popular.
Una idea curiosa del vicesecretario Esteban González Pons y que, como era de esperar, inmediatamente ha generado comentarios de todo tipo y agrias críticas procedentes del campo socialista, donde acusan a los «populares» de «frivolizar» con la crisis económica.
El caso es que, dicen en el PP, se han recibido ya decenas de vídeos de otros tantos aspirantes a almorzar con Rajoy -tampoco se dice dónde ni, exactamente, cuándo-. Así que, digan lo que digan los bromistas, sí hay gente que quiere tener un encuentro con el líder de la oposición. Y, más en serio, asistiendo a la clausura del PP madrileño este sábado, obtuve la impresión de que Rajoy está aprovechando sus almuerzos y sus cenas: tanto Esperanza Aguirre como Alberto Ruiz Gallardón, que escenificaban una escena de sofá unitario, parecieron reconocer que ellos se repartirán, como siempre, el territorio madrileño, pero admitiendo casi explícitamente que el liderazgo nacional es de Rajoy. Y Rajoy tampoco dejó muchas dudas acerca de que comparte esa idea: elogió a la presidenta de la Comunidad madrileña y al alcalde de la capital, pero no les cedió ni un palmo de terreno más.
Así que tengo la impresión de que el congreso del PP madrileño ha puesto las cosas en su sitio frente a quienes insisten en el rumor de un posible relevo, a mitad de la legislatura, de Rajoy para sustituirlo por alguna de las dos carismáticas figuras madrileñas. De eso, ni se hablaba en los pasillos del congreso «popular». Cada cual en lo suyo. Y Rajoy sigue su carrera infatigable, ahora clausurando el congreso del PP en Andalucía y lanzando sus mismos mensajes -nada que ver, creo que por fortuna, con la Legislatura anterior- «constructivos»: «desde la oposición se puede construir», dijo este sábado. Y, a continuación, insistió en más de lo mismo: con el gobierno Zapatero, en materia de crisis económica, «no hay valentía, ni ideas, ni coraje, ni determinación».
No sé por qué, tengo la sensación de que, lamentablemente, el almuerzo (o la cena) del consenso en La Moncloa está bastante lejano. A ver qué le cuenta a usted Mariano Rajoy en el restaurante, si es usted el afortunado ganador del concurso, ya célebre, del vídeo-ataque a lo que hacen los socialistas.
Fernando Jáuregui.
