Consuelo Sánchez-Vicente – Dígaselo con flores


MADRID, 21 (OTR/PRESS)

La astucia política de Alberto Ruiz Gallardón le ha convertido en el líder popular que mejor conecta con la frontera de «la izquierda», y en el congreso que ha celebrado el PP de Madrid este fin de semana me parece que ha vuelto a brillar con luz propia al aceptar el guante de la unidad que le ha lanzado Esperanza Aguirre: posiblemente, el y la dirigente del PP que con mayor claridad reclama y encarna los valores tradicionales de «la derecha» -hombre o mujer – y, con seguridad, la única mujer del momento político decidida a disputar la carrera de la Moncloa con las mismas armas que sus compañeros varones en un tiempo en que ser mujer ha dejado de ser un obstáculo para llegar a la cúspide de la pirámide política.

Habrá quien crea que el alcalde es sincero, y quien crea que no; quien piense que el cruce de flores que él y ella han escenificado en este congreso marca el final de su guerra fratricida por suceder «en vida» a Rajoy, y quien repare en que, siendo muchas las flores, tampoco esta vez – ni siquiera esta vez – han faltado los cardos.

Horas antes del congreso, ella se vio obligada a retirar su anuncio público de privatizar el 49 por ciento de la empresa pública que da de beber a la Comunidad de Madrid, el Canal de Isabel II, después de que él la amenazase públicamente con romper el contrato del Ayuntamiento con el Canal.

Ella se lo cobró poniéndole esa canción de ABBA que dice «el perdedor se queda pequeño, el ganador se lo lleva todo» mientras el subía al escenario del congreso a pronunciar su discurso. Y cuando acabó la canción, él se sacó la espina regodeándose en recordarle que el candidato del PP a Moncloa no es ella sino Rajoy. Ni para ti ni para mí, vino a decirle; pero si los cardos asfixian a las flores podría ser… para ninguno de los tres

A favor de las flores: en el mundo de las apariencias de la política, la división interna resta votos, y la unidad los da. Si Aguirre y Gallardón dejan de hacerle al PSOE el trabajo de desgastar a Rajoy, la crisis puede ser la ocasión del PP de volver al poder -ya veremos con quién- no porque lo hicieran bien cuando les toco gobernar la anterior sino por lo mal que está gobernando el PSOE la actual. El punto sin retorno era el paro. Hasta que no nos vemos físicamente en el paro los ciudadanos no nos preocupamos lo bastante como para pedir cuentas al gobierno incluso de lo que no está en su mano remediar, pero el lobo ya está aquí. Si Aguirre y Gallardón son tan inteligentes como yo creo, pararán. ¿A favor de los cardos? Ella es muy orgullosa y él muy soberbio, y se tienen unas ganas casi casi de diván de psiquiatra.

Consuelo Sánchez-Vicente.

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