Victoria Lafora – Trágala


MADRID, 24 (OTR/PRESS)

El intento pedagógico de Zapatero de proponer como Presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo a un juez de talante conservador y profundamente católico como Carlos Divar, no ha calado en el Partido Popular donde ayer pasaban del estupor a la risa contenida.

Rajoy y su equipo de dirección, cuando salieron de su asombro al ver que volvían a controlar el CGPJ, pusieron de nuevo en marcha la apisonadora para no perder el poder tampoco en el Constitucional. Sin cortarse un pelo han propuesto, y van a mantener como sus dos candidatos, a Francisco José Hernando y Enrique López, hasta ahora Presidente y portavoz del renovado órgano de dirección de los jueces, y acérrimos críticos del ejecutivo socialista y de todos y cada uno de los proyectos de Ley que el PSOE ha aprobado en la anterior legislatura y que el PP ha recurrido ante el Constitucional.

De nada ha servido la exhibición de «talante» que ha supuesto el nombramiento de Carlos Divar; por otro lado un juez intachable, indiscutido por sus compañeros de la Audiencia Nacional, no adscrito a ninguna asociación de juristas, que nunca ha presidido una sala de un tribunal, ni pertenece al Supremo que, a partir de ahora, va a presidir.

El PP no se resigna a dejar de controlar los principales órganos de decisión de la Justicia. Ha convertido en su principal caballo de batalla el retener en manos de magistrados afines tanto el Constitucional como el CGPJ. Lo ha conseguido durante toda la legislatura pasada y lleva camino de lograrlo también ésta. Cuando perdió las elecciones en 2004 utilizó todas las estratagemas posibles para romper, una y otra vez, los acuerdos para renovar ambos órganos del Estado (Zaplana era un experto en la materia) y así consiguió que Hernando permaneciera dos años más, de regalo, al frente del Supremo. No contentos con eso, ahora lo quieren llevar al Constitucional. Si el PSOE lo veta se prolongará el mandato de los actuales magistrados que ya superan con creces sucesivas prórrogas.

Divar obtuvo ayer el apoyo de todos los vocales para ser nombrado Presidente del Supremo, incluso los más díscolos de entre los progresistas, los que consideraban que su exceso de religiosidad podía ser un impedimento, le votaron. Otra cosa será lo que ocurra la semana que viene cuando se proponga a Fernando de la Rosa para vicepresidente. Ya veremos si el candidato del PP, ex consejero de Justicia de la Comunidad Valenciana, más político que jurista y que va a donde va a defender lo que tiene que defender, consigue los votos necesarios. En cualquier caso, el Pacto por la Justicia podría estar en el alero porque para el PP, en este tema, solo existe el trágala.

Victoria Lafora.

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