Francisco Muro de Iscar – Ahora, el bolsillo


MADRID, 28 (OTR/PRESS)

«Que no, hombre, que no hay crisis. Y si la hay, que no lo parezca. Y si lo parece, lo niegas. Es como si tu mujer te pilla en la cama, con otra. Tú dices que estás sólo, te levantas con dignidad, te fumas un cigarro y sigues negando la evidencia. Si no te vienes abajo, a lo mejor cree que fue una ilusión óptica».

Un viejo conocido miente con tal seguridad, se inventa cifras e historias con tanta convicción, que llegas a dudar. Esa teoría ha servido para crear un espejismo sobre la situación económica española y hasta para ganar unas elecciones. Así que siguen aplicándola.

Ahora, con los Presupuestos de 2009 vamos a tener ración y media del mismo caldo. En primer lugar por las «hipotecas basura» o «hipotecas trampa» que el Gobierno va a firmar en nuestro nombre, pero sin consultarnos, para conseguir su aprobación. Además, esos Presupuestos se van a traducir en más impuestos para los ciudadanos porque se va a recaudar mucho menos y de algún sitio saldrán los recursos. Pagaremos más IRPF porque no nos van a descontar la inflación. Se van a traducir en menos inversiones, especialmente en el terreno de la educación, que es la única manera de salir de la crisis a largo plazo. En la imposibilidad de mantener el gasto social en los niveles actuales, digan lo que digan, si no se recauda más. En recortes a la dependencia, en la financiación autonómica, en los compromisos adquiridos con muchos sectores productivos, en las imprescindibles ayudas a las pymes que son las que más empleo crean en España… en todo. Los recortes en los Presupuestos van a ir, casi seguro, allí donde la inversión es imprescindible y se van a mantener donde se podría recortar gasto superfluo.

Joaquín Aurioles, director del Observatorio Económico de Andalucía, una de las regiones que peor lo va a pasar y donde gobierna el PSOE desde la prehistoria, dice que si le dieran unas tijeras, «empezaría por los sueldos estrafalarios de algunos alcaldes y nombramientos de confianza de la Junta y de los ayuntamientos. Haría un alarde de austeridad: No se pueden pagar las facturas de los fuegos artificiales y decir que se va a mantener el gasto social. Esos gastos no son el chocolate del loro. Y la austeridad también tiene que ser mental y eso, por ejemplo, por reducir los coches oficiales, porque la vida se ve distinta. Los ayuntamientos se ven ahora con el problema de mantener unos presupuestos extraordinarios que se hicieron con el dinero del urbanismo, que ya no está…». Eso vale para todos los ayuntamientos, para todas las comunidades autónomas y para los Ministerios del Gobierno central. No es país para alegrías ni para mentiras. Es tiempo de austeridad. Los Presupuestos 2009 anuncian más paro, una vida más difícil para los que cobran una nómina y pocas medidas «audaces», como pide el gobernador del Banco de España, para afrontar la crisis. Esa que, según algunos, no existía, que todavía no existe y que tal vez no haya existido nunca.

Francisco Muro de Iscar.

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