MADRID, 7 (OTR/PRESS)
Gaspar LLamazares ha anunciado que no pretende repetir como coordinador general de Izquierda Unida, que deja el puesto libre y se queda con el escaño en el Congreso, y en IU han suspirado aliviados por la primera parte de la decisión.
No está Izquierda Unida para una guerra de puestos, es decir para que LLamazares se agarrara al sillón provocando aún más la división interna que viene sangrando a esta formación. Es duro decirlo pero la realidad es que Gaspar LLamazares como dirigente de IU ha sido un desastre. Ahí están los resultados en las últimas elecciones generales en que IU solo consiguió un escaño que es el que ocupa LLamazares.
Es evidente que para abordar el desastre en el que están instalados, los dirigentes de Izquierda Unida tienen que hacer es autocrítica, y el primero de ellos Gaspar LLamazares que es quién ha venido dirigiendo una política errática, alejada de lo que los ciudadanos y sobre todos sus votantes esperaban de una formación que se sitúa a la izquierda del PSOE. Gaspar Llamazares ha llevado a IU a ser el compañero de viaje complaciente del Gobierno Zapatero y ha hacer una política irrelevante por lo alejada de la realidad y de las necesiades de la sociedad. Naturalmente Llamazares no es el único responsable del desastre, aunque sí el principal. Ahora es muy fácil echarle la culpa de lo sucedido, pero lo cierto es que el resto del núcleo dirigente de IU es corresponable de esa política errática.
Izquierda Unida es una fuerza política necesaria pero esa necesidad la marcan los ciudadanos. Es Izquierda Unida quien tiene que ofrecer respuestas creíbles para resolver los problemas de nuestra sociedad. Es Izquierda Unida quien tiene que tener un programa, una línea de actuación clara en el Parlamento, quien tiene que saber conectar con la realidad de los ciudadanos y no instalarse en la estratosfera de los problemas reales de la gente. Sería lamentable que nuestro país no contara con una fuerza política a la izquierda del PSOE, pero si no es así la responsabilidad será exclusivamente de sus dirigentes.
Llamzares ha dicho que se quiere quedar en el escaño, pero si es así IU continuará ofreciendo la misma imagen y más de lo mismo. Naturalmente la última palabra la tienen los militantes de esta formación. Veremos si son capaces como el ave fenix de remontar la actual situación a la que ha quedado reducida IU.
Julia Navarro.
