Escaño Cero.- Pero ¿La UE existe?


Julia Navarro.- MADRID, 9 (OTR/PRESS)
De estas crisis financiera mundial estamos aprendiendo mucho, por ejemplo los ingenuos ciudadanos que creíamos que la Unión Europea era una realidad solida nos hemos dado cuenta que bastaba una turbulencia para llevarsela por delante.

Dirán ustedes que la falta de consistencia de la UE ya se ha visto en otras ocasiones, por ejemplo por su incapacidad a la hora de consensuar una una única política exterior o de defensa, pero parecía que al menos en lo que a las cuestiones económicas se refería ahí no habia diferencias.

Pero estábamos confundidos. La UE está demostrando que funciona en épocas de bonanza, pero que en cuanto hay problemas cada país se las tiene que arreglar como pueda. Eso sí, menos mal que el euro ha demostrado ser un buen instrumento para aguantar mejor la zozobra de la crisis, pero más allá del euro la UE está demostrando su incapacidad de tener una política común contra la crisis.

Sin ir más lejos, Nicolas Sarkozy y Angela Merkel han decidido plantar cara los dos juntos a la crisis financiera y hace unos días el propio Sarkozy se reunía con cuatro jefes de gobierno de la UE para hablar de la crisis, dejando al margen al resto de los europeos. O sea, que Sarkozy ha puesto en valor el eje franco-alemán, y los demás que hagan lo que puedan. La verdad es que los ciudadanos tenemos motivos para sentir una cierta decepción ante está Unión Europea que tiene más de fachada que de realidad a la hora de abordar los problemas. Al final nos damos cuenta que el Estado-nación es lo que continua funcionando por muchas declaraciones de buenas intenciones de los jefes de Gobierno y por mucha bandera e himno común que se esgrima para la unidad europea.

Los ciduadanos esperábamos algo más de la UE y de sus instituciones en ésta crisis, y nos estamos llevando una gran decepción por la desunión y la falta de respuestas. Ya sé que a pesar de todo es mejor que exista la UE a que no, pero eso no quita para que haya que criticar con firmeza sus fallos y agujeros negros. La UE no puede ser solo una gran maquinaria engrasada para la bonanza, con miles de funcionarios que deciden quién vende mantequilla y quién arranca olivos. Hasta ahora solo ha demostrado ser un gran mercado, pero hay muchos ciudadanos que esperabamos y apostabamos por algo más.

Lo dicho ¡menuda decepción!

Julia Navarro.

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