Fermín Bocos – El laberinto navarro


MADRID, 10 (OTR/PRESS)

Además de otros problemas complejos, la «cuestión Navarra» – disparidad de intereses políticos entre el PP y sus socios de la UPN- está aflorando una verdad incómoda. Me refiero a la falta de consistencia del liderazgo político de Mariano Rajoy.

Tras varios encuentros con Miguel Sanz, el presidente de los populares no ha conseguido convencer al presidente de Navarra para que los parlamentarios de UPN -dos diputados, tres senadores-, voten en contra del proyecto de Presupuestos Generales del Estado.

Tampoco parece hombre ungido de «baraka» porque le ha estallado la crisis con sus socios navarros de la UPN,justo en el momento en el que la crisis económica tiene al Gobierno Zapatero contra las cuerdas.

La Unión del Pueblo Navarro gobierna en Pamplona en minoría y a tiro de una moción de censura del PSOE. Sí quisieran, los socialistas podrían hacerse con el poder apoyándose en la Nafarroa Bai de Zabaleta y Barcos. En clave «española», la operación tendría un coste político muy elevado para el PSOE pero, a corto plazo, quien perdería -en la oposición hace mucho frío-, sería la derecha local. Navarra, como se sabe, tiene una situación política muy complicada; en la práctica, es una suerte de cohabitación asimétrica entre la derecha en el poder y los socialistas y los «abertzales» en la oposición, pero teniendo éstos en sus manos el hilo que sujeta la espada que pende sobre la cabeza de Miguel Sanz.

Tengo para mi que una cosa es lo que se ve desde Madrid y otra la que define la pluralidad política que resume la situación en aquel antiguo Reino de cuya identidad y legado histórico pretende apropiarse la izquierda abertzale vasca. Todo lo cual no es óbice para subrayar la afirmación inicial de este apunte .Me refiero a la falta de fuerza del liderazgo del jefe de la derecha española.

Fermín Bocos.

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