Consuelo Sánchez-Vicente – No con nuestro dinero


MADRID, 14 (OTR/PRESS)

Se supone que tenemos que estar encantados con que la Bolsa haya saludado con un subidón el plan de rescate de Zapatero, pero personalmente no acabo de entender por qué habría de alegrarnos al común de los mortales que, con el dinero de todos, que sale de nuestros impuestos, el gobierno haya decidido prestarle a los bancos un pastón para ver si se animan a prestárselo a la gente.

Si el plan incluyese algún control fiable de que ese pastón va a ir a reactivar la economía: es decir, el crédito a las empresas y a los ciudadanos, como pide Rajoy, todavía tendría un pase; pero lo que ha hecho Zapatero es enfadarse con Rajoy por pedirlos, y sin controles fiables, ¿quien nos dice a usted y a mí que ese pastón no irá a sanear las sentinas de los bancos y a reactivar «sus beneficios»?

El vicepresidente Solbes ha dicho que el gobierno no es quien para decirle a los bancos cómo tienen que manejar sus carteras, y en circunstancias normales así es; ningún gobierno es quien para interferir en lo que hacen los bancos con su dinero. Pero, ¡hablamos de nuestro dinero, caramba! De esos impuestos que tanto nos cuesta pagar y que ahora hay que dedicar a avalar a los bancos en vez de a carreteras, escuelas, hospitales, dependencia… Con «su» dinero sí, pero con «nuestro» dinero, ¿cómo que el gobierno no es quien para decir lo que hay que hacer, señor Solbes? A los bancos y a Rita… Que haya que prestárselo porque desconfían hasta tal punto unos de otros que se niegan a prestarse el suyo incluso entre ellos ya resulta bastante mosqueante en sí mismo: si ni entre ellos se prestan, por algo será, y me temo que no bueno. Pero, ¿a ciegas? ¿Por qué?

Todo suele tener su explicación política, y en el sector dicen que la razón por la que el presidente Zapatero no le dijo a los bancos en su reunión de la semana pasada que impondría esos controles y que si no los aceptaban no habría ni un euro en avales y el que esté en quiebra que se hunda y en paz, es política. Aquí hay bancos y bancos – explican – , unos solventes y otros no. Pero hay algo más: Cajas. Aquí hay Bancos y Cajas de Ahorro. Unas solventes y otras no, como bancos, pero con una gran diferencia: mientras los bancos son privados, las cajas son «políticas». Manejadas e-lec-to-ral-men-te por el gobierno autonómico de turno, vamos. Y dicen más: que algunas de las más «tocadas» están – ¿casualidad, causalidad? – en el granero de votos socialistas… por ejemplo andaluz. Yo no se si es verdad, pero por si lo es: no con nuestro dinero. Hasta ahí podía llegar la broma.

Consuelo Sánchez Vicente

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