MADRID, 14 (OTR/PRESS)
En tiempos de crisis cualquier familia comienza un plan de ahorro. Se acabaron las alegrías al gastar, o sea que se renuncia al pequeño capricho, a la salida del fin de semana, a comprar aquello que no sea de absoluta necesidad, a mirar los precios tres veces antes de decidirse a comprar incluso productos basicos.
Y sería deseable que lo mismo que hacemos todos en nuestras casas lo hiciera el gobierno central, y no digamos los gobiernos autonómicos, con el dinero público.
En muchas ocasiones vemos a los políticos dedicar parte del presupuesto a asuntos que no son necesarios. Por ejemplo, a ninguna ama de casa con el presupuesto menguado se le ocurriría organizar un almuerzo familiar en un restaurante en vez de dedicar ese dinero pongamos que a comprar unos zapatos para el colegio a su hijo. De manera que nuestros políticos tienen que empezar a dar ejemplo gastando menos y gastando mejor.
Hace unos días en Madrid se inauguraron unos teatros públicos cuyo coste de unos cuantos millones de euros ponen los pelos de punta. Es estupendo tener teatros públicos, yo soy una firme defensora de todo lo público, pero lo urgente no es gastar en teatros sino por ejemplo haber dedicado ese dinero a la remodelación urgente de los grandes hospitales, que se están cayendo a pedazos y en los que además falta personal en todos los estamentos. Sí, eso le podemos reprochar a Esperanza Aguirre. Pero a Rodríguez Zapatero, por ejemplo, hay que preguntarle si de verdad necesita tantos asesores como tiene, a los que además les ha subido el sueldo. Por no hablar de algunos proyectos ministeriales claramente prescindibles en tiempos de crisis, porque realmente nuestro país tiene otras necesidades.
Es urgente que desde el gobierno central «pongan las pilas» a las comunidades autonómas (ya sé que decir esto escandalizará a muchos) para que inviertan en lo que realmente es necesario: sanidad y educación en primer lugar y después en todo lo demás. El Estado tiene que ahorrar y gastar mejor, y Estado son las Comunidades Autonómas. También hay que enseñar a utilizar correctamente los servicios públicos, por ejemplo, la sanidad, ver como la gente se va a Urgencias simplemente porque tiene gripe no es de recibo, y eso desgraciadamente sucede en nuestro país.
Hay quien cree que los servicios públicos son gratis, olvidándose que los pagamos con nuestros impuestos, y por tanto hay que cuidarlos y utilizarlos, insisto, correctamente.
Pero vuelvo a lo anterior, los responsables políticos tienen que dar ejemplo de austeridad. Los ciudadanos no tenemos otro remedio que ser cautos y no gastar ni un euro de más, pero los dirigentes políticos tienen la obligaicón de gastar menos y solo en lo necesario. Y cuanto antes se pongan a ello mejor que mejor.
Julia Navarro.
