Victoria Lafora – Desconfianza insalvable


MADRID, 15 (OTR/PRESS)

La desconfianza entre Zapatero y Rajoy no tiene solución y volvió a ponerse de manifiesto ayer en la sesión de control. El líder popular no se quedó tranquilo tras la cita en Moncloa y quiso que el presidente del Gobierno se comprometiera delante de todos los diputados, a poner en marcha los prometidos instrumentos de control sobre el plan de ayuda a la Banca.

Esta especie de toma de juramento, como el Cid al Rey castellano en Santa Gadea de Burgos, escenifica muy bien el insalvable pozo de desconfianza, personal y política, que ambos comparten.

Después de meses acusando a Zapatero de inacción, el presidente le sorprende con una rápida jugada al presentar un plan de ayuda a las entidades bancarias para que recuperen la capacidad de conceder créditos a empresas y particulares. Perdido ese eficaz argumento de oposición Rajoy se encuentra, además, con que Europa plantea en común una alternativa similar y aún más ambiciosa, que obliga a Zapatero a ampliar la suya. Difícil papel para un dirigente de la oposición: si se opone en un momento en que parece que el mundo se derrumba, malo. Si lo apoya sin condiciones su figura queda relegada a la nada. Solo restaba una salida, exigir transparencia y controles del dinero público y a esa se ha agarrado Rajoy, como a un clavo ardiendo.

Pero, es que esa necesidad de vigilancia del dinero que se va a facilitar, en tan ingentes cantidades, a las entidades financieras es real. Bien es verdad que los balances de los Bancos españoles son positivos, que el regulador el Banco de España ha cumplido brillantemente su papel y que no necesitan ese dinero para sanear sus cuentas de resultados. Pero aún así es muchísimo dinero, sale de las arcas públicas, son los impuestos de todos los españoles. El Parlamento y el Banco de España deben ejercer un control riguroso de a que y donde se destinan esos fondos. Lamentablemente esta inyección de fondos públicos puede que resuelva la crisis financiera pero permanece la que afecta a la economía real, la que sufren los ciudadanos que se están quedando sin trabajo. Ahí el PP tiene el campo abierto para hacer propuestas que sustituyan una agotada economía basada en el ladrillo. La labor de la oposición no solo es criticar, también es ofrecer alternativas.

Victoria Lafora.

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