José Cavero – Garzón, Garzón, que grande sos…


MADRID, 17 (OTR/PRESS)

Es el grito que escuché en Buenos Aires en honor al juez de la Audiencia que este viernes ha merecido todas las primeras páginas, casi sin excepción, por razón de haberse declarado competente en la causa que él mismo anunciaba hace unos pocos meses, de investigar «los crímenes del franquismo», o como también se le ha denominado, su propia causa general, Garzón tiene ante sí, bien es cierto, al fiscal del Estado, y sobre todo, tiene ante sí a una oposición formidable y temible, la de los propios franquistas y muchas otras personas que hubieran preferido que las víctimas de aquella guerra y posguerra descansaran donde están, sin mayores descubrimientos ni homenajes póstumos a quienes fueron vencidos y algunos puede que pretendan que sean vencedores setenta y tantos años después…

Lo cierto es que el personaje Garzón vuelve a sus fueros de «juez internacional», el mismo que acudió en favor de las víctimas de Pinochet y en favor de las víctimas de las sucesivas dictaduras argentinas. Precisamente, ahora actúa en España para entrar en la lógica y coherencia que muchos le reclamaron y reprocharon en esos países: Mucho buscar responsabilidades en Chile o en Argentina, pero ninguna actuación contra otro dictador de parecidas características, que fue Franco. Pues bien, ahora sale al paso a su propia incoherencia, este personaje que a muchos parece megalómano y prepotente y que otros aplauden por su coraje y su valor. Garzón se declara competente para investigar las desapariciones de la dictadura de Franco, nada menos.

Empezaba estas líneas con el grito de los argentinos que salían a la calle para honrar a un personaje que, por aquellos países y en muchos otros, goza de una extraordinaria fama, y a quien muchísimos ciudadanos llegan a venerar. En nuestro país, posiblemente, hay más «diferencia de opiniones». Hace tiempo que muchos han criticado los sumarios supuestamente poco elaborados del más famoso juez de la Audiencia, y los muchísimos «palos» que ha venido tocando en los últimos veinte o veinticinco años: Juez de los casos contra los más resonantes casos del narcotráfico gallego, contra los islamistas radicales, contra ETA y sus filiales «civiles»…

¿Dónde no ha puesto sus manos este Baltasar Garzón, que muchos juzgan como, por encima de otra característica, pagado de sí mismo, y «redentor de todas las causas perdidas? Desde la Política a la Justicia, desde los volúmenes sobre sus propias actuaciones, Garzón, «el juez que veía amanecer», ha hallado tiempo para todo, y ahora pasará a la gran historia por esta iniciativa combativa y combatida desde su primer anuncio, y que no es previsible que obtenga paz alguna vez.

Y es que, en esta ocasión, ha ido «más allá de todas las cosas»: El juez Garzón llega a acusar a Franco y a sus generales de crímenes contra la humanidad a los 72 años, 2 meses y 28 días del golpe de Estado del 36 contra un Gobierno y Régimen legalmente constituido. Y para completar una investigación con la que cuenta con millares de colaboradores entusiastas, Garzón solicita los nombres de todos los que tuvieron responsabilidad en la Falante entre los años 1936 y 1951, y ordena la apertura de 19 fosas con restos de víctimas de la represión, entre ellas la de Federico García Lorca. A muchos les parece que el juez «se ha pasado muchos pueblos». Otros le cantan el «Garzón, Garzón, qué grande sos!».

José Cavero.

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