MADRID, 23 (OTR/PRESS)
Desconfío del patriotismo de cierta derecha que se frota las manos cada vez que a un gobierno de izquierdas tiene un reves que afecta al conjunto de la nación.El último ejemplo es el que Estados unidos,los paises del G 8 y los de las eocnomías emergentes,hayan decidido,los unos por los otros,evitar que España acuda a esa ruenión internacional poara hablar sobr eel futuro financiero y económico mundial.
La derecha, nuestra derecha,el PP y sus alíados medíaticos están que se frotan la smanos porque hasta el momento no han invitado a Rodríguez Zapatero.Parecen olvidar que la cuestión no es si Zapatero va o no a esa cumbre sino si España está o no está en una reunión internacional donde se van a debatir sobre que hay que hacer para salir de la crisis global que afecta al sector financiero y económico de todo el mundo.Pero nuestra derecha parece feliz haciendo suya aquella fase de Samson:»muera yo y conmigo los filisteos».
Prefieren que España resulte ninguneada y trasladar a Zapatero la culpa de ese ninguneo antes que reconocer la verdad. Y la verdad es que ningún gobienro, ni éste ni los anteriores, ni siquiera cuando Aznar ponia los pies sobre la mesa en compañía de Bush,han logrado que España forme parte del G 8 donde debería de estar por su peso económico.
De manera que ese déficit viene de antiguo, y sin duda nuestros políticos y nuestra diplomacia tendrán que ponerse las «pilas» y empezar a trabajar más eficazmente para que España éste representada en todos aquellos organismos donde se toman deciciones que nos atañen dado que somos una potencia media. Pero ya digo que estos días lo único que escucho es a gentes de la derecha regocigarse del «excaso peso de España» achacandoselo a Zapatero.
En mi opinión la política exterior de Zapatero no es como para tirar cohetes, y no me parece especialmente brillante, pero tampoco la de José María Aznar era mucho mejor. Poner los pies junto a los de Bush encima de una mesa, y meter a España en una guerra que la inmensa mayoría de los ciudadanos, e incluso de muchos dirigentes y militantes del PP, rechazaban, no me parece un modelo de política exterior a seguir. Como tampoco, ya digo, me parece buena la política exterior de Zapatero, porque al presidente se le nota cierta bisoñez en el terreno internacional, amén de que se mete en unos tinglados, como el de la Alianza de Civilizaciones, que no van a ninguna parte. Pero entre el uno y el otro me quedo con el segundo, prefiero un presidente que persigue una utopía a un presidente que apuesta por los cañones para resolver los problemas. Dada la amistad de Aznar con Bush bien podía haberle convencido para que fuera nuestro valedor a la hora de entrar en el G 8. Pero al parecer toda su influencia quedo reducida a meter a nuestro país en una guerra.
Como española me fastidia y me parece inexplicable que España no haya sido invitada desde el primer momento a participar en esa Conferencia Internacional. Ojalá los participantes rectifiquen aunque sea en el último momento. Porque la cuestión no es como se llama el presidente de gobierno que acude a esa cumbre; la cuestión es si España participa o no. ¡Menudo patriotismo el de los que disfrutan con el feo que nos están haciendo¡
Julia Navarro.
