Charo Zarzalejos – A lo nuestro


MADRID, 30 (OTR/PRESS)

Hasta las once de la mañana de ayer (por hoy jueves), Navarra era noticia por la inevitable ruptura del pacto suscrito entre PP y UPN hace, nada menos, que 21 años. A esa hora, a las 11, el aparcamiento próximo a la biblioteca de la Universidad de Navarra saltaba por los aires porque ETA había logrado colocar un coche bomba que estalló justo en el tramo horario en el que estudiantes y profesores pueden abandonar sus puestos para ir a tomar el obligado café. Milagrosamente no ha habido víctimas mortales.

Dos días antes todos habíamos tragado aire ante la estupenda noticia de que la policía había logrado la detención de un comando, aun incipiente, pero con material y ganas de atentar de manera inmediata. La primera especulación es que el atentado de ayer es respuesta a la ya citada operación policial. Pero eso es sólo una especulación. Lo único cierto es que ETA dispone de gente dispuesta a engrosar sus filas y que cuenta con más material del pensado para llevar a acabo su vocación criminal de la que no ha abdicado ni va a abdicar hasta que realmente sienta la derrota absoluta.

El Ministro de Interior, consciente de la interpretación que se puede hacer del recorrido de los hechos, compareció para, como siempre, no decir una palabra que no deba pero sí para aportar datos que justifican su comparecencia. Y lo más relevante de su breve presencia ante los periodistas fue, sin duda, su declaración política. «Nosotros a lo nuestro»; es decir, a tener en continuo funcionamiento todos los resortes del Estado de manera que ETA perciba conn nitidez absoluta que perder oportunidades tiene su precio.

Ahora lo importante es no desmayar. Es seguro que los terroristas van a seguir matando. Lo harán procurando el mayor daño posible con el menor riesgo imaginable y cuando ETA golpea cunde el pesimismo y el canscancio. Pero la experiencia demuestra que a ETA le ha hecho fuerte su perseverancia en su criminal estrategia. Pues frente a la perseverancia terrorista no hay más alternativa que la perserverancia de la democracia y de los demócratas. No hay más alternativa que su deslegitimación política y social. No cabe prestar oídos a recados de humo con la pretensión de hacernos creer que quieren la paz.

«Nosotros a lo nuestro», ha dicho el ministro en lo que supone un ya bien comprobado y contundente cambio de política de gobierno que en su momento ensayó -antes lo hicieron otros ejecutivos- la fórmula del final dialogado. Cuando ETA nos ha engañado con este señuelo nunca ha buscado la paz, sino la fórmula para justificar su insensata y cruel existencia. El final de ETA es el problema de ETA. Es a ellos a los que le tiene que agobiar su futuro, no a la democracia española que tiene bien delimitado su campo de juego y los límites que nos permiten, que nos garantizan la libertad de todos. Pero ese es su problema, el de los terroristas.

Charo Zarzalejos

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