Victoria Lafora – Mudas banderas


MADRID, 1 (OTR/PRESS)

Cuántas oportunidades de guardar un prudente silencio se han despilfarrado en unos días. La primera la Reina, quien después de mas de treinta años de discreto silencio ha decidido hacer saber que piensa como la mitad de los españoles, con riesgo de ofender a la otra mitad.

Es una verdadera lástima que en la Casa Real no hubiera nadie que le aconsejara seguir el camino marcado por el genio William Shakespeare, que de monarquías sabía bastante, y que dijo «presta a todos tu oído, pero a pocos tu voz. Oye las censuras de los demás, pero reserva tu juicio». Sobretodo los que leyeron el libro y le dieron su beneplácito.

La polémica pasará pero, para muchos ciudadanos, se ha roto el misterio, tan necesario para la institución monárquica, que su hasta ahora proverbial discreción guardaba. Cada vez que surja la discrepancia política se recordarán sus frases. Por ejemplo: el día que el Tribunal Constitucional dictamine sobre el recurso de la Ley de matrimonios homosexuales presentado por el PP, en un sentido o en otro, sus opiniones volverán a los titulares de los periódicos. Posiblemente sin querer ha abierto la veda.

Otro que debía haber guardado un más que prudente silencio es el portavoz popular Esteban González Pons. Primero se va a una televisión y dice que la Reina ha ofendido a la mitad de los españoles. Sin darse cuenta que la práctica totalidad de los votantes de su propio partido coinciden con las opiniones que sobre el aborto, la homosexualidad y la educación religiosa, ha expresado la Reina. Escasas horas después, y tras el rapapolvo que le debió caer al volver a la sede del PP en Génova 13, comparece de nuevo, esta vez como portavoz popular y dice que no recuerda lo manifestado esa misma mañana. Que en cualquier caso lo hizo a título personal, y que el partido no se manifiesta sobre el libro de Pilar Urbano. ¿De verdad cree González Pons que una televisión le va a llamar para que explique su opinión personal sobre un tema tan polémico? ¿El cargo de portavoz del PP se lo puede dejar uno en el zaguán, como el abrigo?

Que un partido de la derecha no apoye a la Monarquía, cuando, entre sus votantes, los republicanos deben contarse con los dedos de una mano, es un hecho tan insólito que vuelve a hablase de serias discrepancias dentro de los populares.

Al final ha sido el Gobierno quien, cumpliendo con su papel institucional, ha recordado la trayectoria impecable de Doña Sofía. Menos mal. Porque dicen que la prudencia suele faltar cuando más se la necesita.

Victoria Lafora.

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