MADRID, 4 (OTR/PRESS)
No falta quien haya visto una relación directa entre los datos del paro que habrían de facilitarse junas pocas horas más tarde, en la mañana de este martes, con la comparecencia «apresurada» que ayer mismo desarrolló Zapatero en el Palacio de la Moncloa, en rueda de prensa para dar a conocer el paquete de ocho medidas que prepara para someter a la mesa de Diálogo Social de Gobierno, centrales y patronal. Los datos del paro de octubre, tras los 95.000 parados del mes anterior, habían comenzado a circular por los corrillos políticos madrileños y se auguraban «espantosos»: los propios al «peor mes del peor año conocidos», se nos aseguraba.
Pues bien, el presidente Zapatero reunía a los medios informativos para exponerles las medidas que se propone aprobar el viernes que viene el gobierno, antes de trasladarlas a esa Mesa de Diálogo Social que ya de antemano, y en boca de Fidalgo, arremetía contra su improvisación… Para Comisiones Obreras y su portavoz, las propuestas son una improvisación y están todavía «francamente crudas», por lo cual, es dudosa su eficacia real.
En esencial, y según se ha venido destacando en los informativos de las últimas horas, los parados podrán aplazar la mitad de la cuota de la hipoteca dos años; el Gobierno amplía dos años el plazo de las cuentas vivienda, y anticipa las deducciones por compra de piso. En total, se estima que los parados dejarán de pagar en dos años del orden de seis mil millones en hipotecas. Las cuotas aplazadas serán avaladas por el ICO, tal y como habían solicitado las cajas de ahorros.
El nuevo paquete de medidas anticrisis contiene, asimismo, bonificacion de 1.500 euros a las empresas que contraten a desempleados con cargas familiares, bonificaciones sociales a las empresas que creen empleos en sectores estratégicos, como la investigación o las energías renovables; la elevación del 40 al 60 por 100 de la prestación para el autoempleo de los parados; y en fin, la regulación del trabajo de las agencias de recolocación de los expedientes de regulación de empleo.
Zapatero calcula que medio millón de personas podrán ser perceptores de estas medidas que espera que alivien la travesía del desierto de esta poderosa crisis. ¿Servirá para algo este abultado paquete de medidas, tendrán eficacia con la urgencia que se precisa, y que ponen de relieve los datos del paro conocidos esta misma mañana de martes? Ya decíamos que, de antemano, algunos sindicalistas resultaban escasamente animosos, como es el caso de José María Fidalgo, de CCOO. Pero ayer mismo, horas después del anuncio presidencial, se celebraba un encuentro de esa Mesa del Diálogo Social a la que se traslada la responsabilidad de dar luz verde a las medidas con la urgencia que requieren.
En las horas siguientes a su exposición por el presidente, políticos, sindicatos, empresarios y expertos ponían «peros» al plan, que consideraban positivo pero insuficiente. Por supuesto, también el PP arremetía de inmediato contra el paquete de medidas. Cristóbal Montoro sigue haciendo ese papel de «pepito grillo», para quien las medidas son insuficientes y llegan tarde… El PP reclama, directamente y no a plazos, un plan anticrisis completo… Los analistas de la situación económica, a su vez, hacen sus propias deducciones. Por ejemplo, que se pretende que las medidas tengan efectividad hasta 2010, lo que vendría a indicar que se retrasa la recuperación.
José Cavero.
