MADRID, 6 (OTR/PRESS)
No creo que ni el presidente del Gobierno ni el líder de la oposición puedan estar muy satisfechos con los resultados de la última encuesta realizada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente al mes de octubre y en la que, en lo que se refiere a intención de voto en unas elecciones generales, se produce lo que se conoce como «empate técnico». Concretamente si las elecciones tuvieran lugar mañana, el PSOE y el PP sacarían cada uno el 39,7% de los votos.
Este es el único dato de la encuesta del que puede pavonearse Mariano Rajoy, y con moderación, porque aunque es verdad que puede resultar reconfortante para los populares que transcurridos solo ocho meses desde las últimas elecciones generales estén empatados en intención de voto con el PSOE, también cabe otro análisis: como es posible que con la que está cayendo, el PP no haya superado claramente al partido en el gobierno. La encuesta pone en evidencia que la crisis económica está pasando una clara factura en términos electorales al PSOE y a Zapatero, pero también queda claro que los populares y su líder no nos capaces de ilusionar a los españoles y de ser percibidos como una alternativa solvente.
Si se analiza con un poco de detenimiento las «tripas» de la encuesta, esa conclusión de desgaste del PSOE y de su líder pero no despegue del PP y de Rajoy es mucho más evidente. Así, por ejemplo, a la pregunta de quien está más capacitado para afrontar una serie de cuestiones, las respuestas son ciertamente negativas para el principal partido de la oposición. Según los encuestados el Gobierno está más capacitado que el PP para afrontar la cuestión del empleo (37,4% piensa que el ejecutivo, 24,2% el PP); la economía (33,3% por el 29,5%); política exterior (39,3% por el 23,6%) o políticas sociales (49,6% por el 15,7%).
Lo mismo sucede cuando se pregunta por la gestión del Gobierno y de la oposición. Para el 32,7% de los encuestados, la llevada a cabo por el ejecutivo es buena-muy buena; el 44,2% la califica de regular y el 34,1% de mala-muy mala. En el caso del PP, sólo el 19,9% piensa que su gestión está siendo buena-muy buena; el 37,5% que regular y el 46,6% que mala-muy mala. En confianza, también Zapatero gana a Rajoy. El 34,5% de los encuestados dice tener mucha o bastante en el Presidente, el 34,8% poca y el 27,8%, ninguna. En el caso del líder de la oposición, los números son peores para sus intereses: el 18,3% dice tener mucha o bastante confianza en Rajoy; el 40,1% poca y el 37,8% ninguna.
La encuesta del CIS desvela que al menos hay dos problemas: uno la tiene la sociedad española, porque si después de que Zapatero se haya resistido como gato panza arriba a reconocer que había una crisis económica de gran calado, o después de haber prometido el pleno empleo en su campaña electoral y estar ya en una cifra de parados cercana a los tres millones de personas, obtiene los resultados que le da la encuesta en términos de confianza y de valoración, es que esta sociedad tiene unas «tragaderas» muy grandes. El segundo problema lo tiene Rajoy y se puede resumir en tres palabras: falta de liderazgo. De aquí a junio del próximo año habrá tres citas electorales: vascas, gallegas y europeas y habrá que ver que dicen los ciudadanos en ese momento. De momento tanto Zapatero como Rajoy pueden seguir hablando de Barack Obama. Ya se sabe que el que no se consuela es porque no quiere.
Cayetano González.
