Antonio Casado – El capitalismo vive


MADRID, 14 (OTR/PRESS)

Haría mal Rodríguez Zapatero si pensara que, aunque sea al final y de prestado, terminó consiguiendo una silla en los funerales del Capitalismo. No habrá tal. De momento, en estos primeros lances de la cita refundadora de Washington, solo fotos, tanteos, frases brillantes y creación de grupos de trabajo. Y después del 20 de enero, cuando Barack haya tomado posesión del despacho oval, importantes retoques de un sistema sin alternativa.Nada parecido a ese frenazo a la ideología neoliberal anunciado en cierto documento distribuido hace unos días entre los dirigentes del PSOE.

Otra cosa es que el presidente del Gobierno español, en su afán de marcar diferencias ideológicas, quiera poner los eventuales retoques al sistema en función de variables globales como la pobreza y el cambio climático. Ojalá lo haga y ojalá sirva de algo. Pero, incluso en ese caso, tampoco estaremos ante una apuesta revolucionaria. Es sabido, además, que muchos gurús del capitalismo sostienen la tesis de que los esfuerzos globales en clave social -socialista, diría Zapatero- también acaban repercutiendo favorablemente en la cuenta de resultados de las grandes multinacionales.

De modo que esta primera cita de la cumbre re-constituyente de la economía global será el tiempo de las musas. El teatro empezará a venir luego, cuando el viento se haya llevado las palabras de los mandatarios convocados a la cena en la Casa Blanca y la posterior reunión formal del G-20 más uno ¿Y cómo será la obra?

Está por ver, pero un eventual éxito de crítica y público sólo será posible si encaja en tres coordenadas. La primera, creación de eficaces instrumentos de supervisión y control. La segunda, mayor protagonismo de las llamadas economías emergentes (China, India, Brasil). Y la tercera, liderazgo. El liderazgo que se espera de Obama, que ya ha anticipado su voluntad política de conceder la máxima prioridad en su hoja de ruta a la solución de la crisis económica mundial.

En cuanto a las eventuales aportaciones españolas, más allá de los fogonazos ideológicos del discurso que Zapatero lleva en la cartera, la oportunidad es excelente para la exportación de nuestros sistemas de regulación bancaria y financiera. Las llamadas provisiones anticíclicas (embalses preventivos de fondos para cuando vienen mal dadas), la comunicación de hechos relevantes en las grandes sociedades cotizadas en bolsa, la exclusión de los activos de riesgo en los balances, las limitaciones al llamado apalancamiento (negocios donde el capital propio que se arriesga es desproporcionadamente menor que el capital obtenido a crédito),etc., son prácticas regulatorias habituales en España que han servido para preservar la solidez de nuestro sistema financiero. Algo que no pueden decir en otros países.

En resumen, y volviendo al principio, que nadie espere ese «fin del ciclo histórico de las ideologías neoliberales y neoconservadoras» de las que habla el documento socialista español. Al menos en los llamados paises de nuestro entorno, no es verdad que loss grandes defensores del sistema de libre mercado se hayan caído del caballo de repente. Habrá retoques, pero no sustitución.

Antonio Casado.

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