MADRID, 22 (OTR/PRESS)
Las previsiones son una recesión global, profunda, están detrás de la actitud miedosa y cautelosa de los inversores. Las bolsas del mundo están sin respirar y acumulan pérdidas anuales entre el 40 y el 50 por ciento. Nadie ve claro el suelo. La banca sigue acumulando la mayor parte de ese miedo y pocos ven la salida a la crisis de liquidez y solvencia en el corto plazo. La semana se saldó con una caída del IBEX cercana al 10 por ciento.
Está claro que los inversores están descontando un escenario económico catastrófico que en España se traduce, en mayor medida que en ningún país, en tasas de paro insoportables. En las últimas horas FUNCAS ya ha advertido que sus previsiones son de una caída del PIB para España en 2009 del 1,5 por ciento. Además, esta semana hemos visto cómo fracasaba el plan de compra de activos a la banca. El Fondo creado por el Gobierno apenas consiguió comprar el 40 por ciento por una cantidad apenas superior a los 2.000 millones de euros. Vamos a ver qué ocurre en la siguiente. De momento, fracaso.
Entretanto, Santander y BBVA han presentado estrategias alternativas y distintas para afrontar la escasez de liquidez con ampliaciones y titulizaciones masivas. Lo que cada vez está más claro es que la banca española necesita muchos fondos y dinero que entra dinero que no sale para dar crédito. No se puede olvidar que las administraciones públicas están recurriendo al crédito detrayendo más fondos aún de los pocos disponibles para empresas y familias. El gran problema, el inmediato, sigue sin solución.
La semana que viene se presenta muy interesante con la operación Repsol-Sacyr-Lukoil. Las declaraciones del Gobierno son contradictorias sobre la venta a la rusa de casi un 30 por ciento de la petrolera española, básicamente de la participación de la constructora, pero también de otros accionistas. Como en tantos otros asuntos, el Gobierno no tiene una idea nítida sobre qué modelo energético quiere para este país. Zapatero y Sebastián han dicho cosas distintas y ninguno la verdad sobre quién hay realmente detrás de Lukoil. Carmen Tomás.-
