MADRID, 21 (OTR/PRESS)
En apenas quince días hemos visto cómo aparecían en escena dos eventuales adquisiciones del veinte o treinta por ciento de Repsol que Sacyr Vallehermoso está pendiente de vender cuanto antes y al mejor postor. Primero apareció en escena Gazprom, la empresa rusa del gas, empresa pública y por tanto, a las órdenes del Supremo Putin, deseoso de recuperar para Rusia los poderes del viejo imperio… La opción de Gazprom se desechó pronto: No reunía condiciones mínimas. Incluso desde el primer momento, se aseguró que había habido un error: No era Gazprom sino Lukoil la empresa que pretendía ser compradora de os títulos de Repsol.
Y efectivamente, a los pocos días, ha desembarcado este nuevo proyecto, esta vez sí, con muchas posibilidades de salir adelante. Tiene algunas características distintas a las de Gazprom: Es petrolera propiamente dicha, es privada, fruto de las privatizaciones que en su momento emprendió Putin en favor de algunos amigos suyos, y por si le faltaba algo, el primero de sus accionistas es una empresa norteamericana. El rechazo frontal que recibió la propuesta de Gazprom se ha convertido en tibias condiciones: que haya reciprocidad por parte de Rusia con empresas europeas, por ejemplo. Desde el PP, hay parecidas resistencias a Gazprom como a Lukoil. Cristóbal Montoro se ha erigido en defensor de la empresa española y ha mostrado su asombro ante la transigencia oficial española, y por el hecho de que el Gobierno español no haya opuesto argumentos contundentes contra la eventual adquisición…
¿Qué está en juego? Depende del grado de implicación de los rusos en el negocio hispano-argentino. Y las condiciones en que acepten entrar en el mercado español, o más exactamente, latinoamericano. Ese es un primer gran objetivo de los rusos de Lukoil: aprovechar la penetración de la hispanoargentina en los países del cono Sur. Luego de paso, pero no es objetivo menor, se trata de resolver el problema de la impresionante deuda de Sacyr y Luis del Rivero, que asciende a poco menos de veinte mil millones de euros, y que se ha convertido en demostración de cómo pudieron hacerse algunos negocios asombrosos en el mundo inmobiliario de los grandísimos apalancamientos: Se pudo comprar todo con el favor de la banca…
Y ya de paso, pero no es objetivo menor, con un eventual nuevo socio, el que sería accionista mayoritario, Resol YPF que querría dejar de una vez y para siempre claro el reparto accionarial de aquella empresa de doble nacionalidad, que en su momento estuvo en condiciones de adquirir la petrolera argentina YPF, y que los siguientes presidente a Carlos Menem han intentado recuperar para el Tesoro argentino, como «la joya de la Corona argentina perdida» y sin embargo recuperable… El presidente argentino de turno ha tenido esa pretensión de redimir a la perdida YPF, o por lo menos, de colocar en ella a sus hombres de confianza.
José Cavero.
