Fernando Jáuregui – Visto lo visto, ¿hay solución?


MADRID, 27 (OTR/PRESS)

Imagino que quien este jueves se sentase a contemplar el duelo dialéctico en el Parlamento a cuenta de las propuestas de solución para atajar el paro, andará a estas alturas buscando luz y guía: ¿son buenas las soluciones delineadas por Zapatero y minimizadas por Rajoy? ¿Tendrá razón el líder de la oposición cuando dice -sumiéndonos en el pesimismo- que, aunque se solucione la crisis global, quedará la crisis nacional? ¿No estarán las propuestas gubernamentales suponiendo un endeudamiento mayor de lo que podemos afrontar?

A mí, que no soy un experto, aunque poco a poco vaya convirtiéndome casi en uno, me da la impresión de que este endeudamiento suplementario por once mil millones de euros (y ya van unos 180.000 millones entre ayudas a los bancos, ayudas directas a las pymes, supresión del impuesto del patrimonio y reducción del de sociedades, cuatrocientos euros porque sí, etc.), que es, al fin, lo que nos propone Zapatero, puede resultar ligeramente excesivo. Aunque soy de los que creen que ha llegado el momento de las intervenciones estatales y de abandonar aquel «laissez faire, laissez passer» ultraliberal que a tanto descalabro nos ha conducido a la postre. Me gustaría, eso sí, que tan drásticas medidas se adoptasen con el consenso más generalizado posible: contemplo con envidia lo que está ocurriendo en los Estados Unidos, por ejemplo.

Y, en aras de ese consenso, poco le costaría a ZP hacer ahora un ejercicio de realismo y reconocer que los Presupuestos para 2009 que se van a aprobar inevitablemente son, como dice el líder del PP, papel mojado. Sería un reconocimiento realista de que las cosas están como están y de que, a grandes males, grandes remedios: hay que partir desde el comienzo, sin parches. Esos Presupuestos son continuistas, pero lo que hay no es una continuación, sino una ruptura con lo anteriormente vigente. Para mí, esta no es una cuestión baladí, sino central: estamos previendo un aumento espectacular del gasto y el endeudamiento público, menores ingresos y una mucho más abultada cifra de parados, lo que repercutirá en los números del subsidio de desempleo y en la Seguridad Social. Nada de eso está en los PGE»09.

He ahí una de las claves para conocer el verdadero deseo del gobierno de encontrar soluciones pactadas, y de la disponibilidad de la oposición -representada casi únicamente, ya se vio en este debate, por Rajoy, para colmo atacado por los suyos- para llegar a un consenso: el primer acuerdo pasa por los Presupuestos para 2009. Luego vendrán las medidas parciales, pero interesantes, enumeradas por ZP. Aún estamos a tiempo de reconocer y admitir la realidad. ¿O ya no?

Fernando Jáuregui.

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