José Cavero (2) – Solbes, decidido a dejar la vida pública


MADRID, 17 (OTR/PRESS)

Pudo sorprender escasamente a quienes conocen algo al personaje, pero no hay duda de la «oportunidad» del anuncio de Pedro Solbes, vicepresidente económico y ministro de hacienda del Gobierno d e Zapatero: Hay que pensar qué otras cosas hay que hacer en la vida, dice Solbes. Y la réplica inmediata de Zapatero: Es un gran gestor de las cuentas públicas. Va a cumplir con su deber…

De manera que, con toda crudeza, Solbes planteaba ayer su propia y personal actitud en estos tiempos en los que ha reaparecido el bulo de una hipotética remodelación del Gobierno que podría tener,. Entre otros propósitos,. El de buscarle sucesor o sustituto. Solbes está decidido a emprender su personal vida privada, pero Zapatero se resiste a aceptar esos deseos de este personaje que ha sido clave en los ya casi cinco años que lleva Zapatero al frente del Gobierno. Muchos han sido quienes, conociendo al personaje Solbes, han dudado de que hubiera estado en el cargo en los últimos tiempos «de haber sabido la que traía consigo la más severa crisis económica y financiera de las conocidas».

¿Quién pudiera desear ese potro de tortura?. Pero esos mismos conocedores del personaje son bastante coincidentes en observar que en ningún caso abandonaría el gobierno dejando en la estacada a quien lo designó, salvo que la marcha se hiciera de común acuerdo. Y es a eso a lo que se refería Zapatero, consciente tanto de la eficacia y solvencia de su vicepresidente como de su lealtad y responsabilidad. Por lo demás, no es la primera vez que Solbes hace sus propios planes para abandonar, de una vez por todas, las vida pública y de funcionario «de primera» que viene ejerciendo desde hace tres décadas.

Cuando el entonces ministro Fernández Ordóñez se vio aquejado de la enfermedad que terminó con su vida, y pensó que había terminado su dilatada vida pública, dio libertad a sus colaboradores, entre ellos Solbes, para que se buscaran otro acomodo o modo de vida. Solbes ya tenía un excelente y bien pagado oficio alternativo, pero Felipe González reclamó a Ordóñez que se mantuviera en su cargo «un tiempo más»… , y Solbes regresó «al redil» público. Luego, la Comisión Europea, y finalmente, esta vicepresidencia, probablemente la más traumática de su muy experimentada existencia por causa de la crisis. En todo caso, Solbes aguantará lo que resta de legislatura, pero ya ha dejado claro su deseo de no volverse a presentar a otras elecciones…, salvo, naturalmente, que Zapatero pudiera opinar lo contrario.

La lealtad es, como decía, una primerísima y firme virtud en el funcionario ejemplar que es el veterano don Pedro… Pero es evidente que está por encima la decisión de Zapatero, decidido, como lo estuvieron también sus antecesores en la Moncloa, a que nadie «le haga la crisis» en un momento que no le parezca el más conveniente o adecuado. Y parece claro que el presidente está ejerciendo el viejo consejo de que no conviene cambiar de caballo cuando estás cruzando el río… Sobre todo, si ese río es caudaloso, y por más que el caballo pudiera estar ya fatigado.

José Cavero.

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