José Cavero – La revuelta judicial y el pacto de la justicia


MADRID, 14 (OTR/PRESS)

Aunque se tenían noticias de que unos cuantos jueces preparaban una especie de levantamiento general del sector, y por tanto no se puede decir que el anuncio de la huelga haya sido sorpresa total, sin embargo, sí han llamado la atención algunas particularidades de la convocatoria: de momento, las cuatro asociaciones judiciales, que vienen a representar a la mitad de los cuatro mil quinientos jueces, es una invitación a la movilización, para unos, y una llamada directa a la huelga para otros. De otro lado, hay serias discrepancias a la hora de entender si el «tercer pilar del Estado», el poder judicial, tiene facultades para convocar y desarrollar una huelga contra el propio Estado.

Luego, por parte del PP, se pone en evidencia una ambigüedad y confusión acaso buscada, en los términos que se expresó el exministro Trillo: reconoce y comparte las preocupaciones de los jueces, y entiende que deseen expresar su insatisfacción, pero no le parece que el procedimiento de la convocatoria de una huelga sea el cauce más adecuado, si bien, entiende el PP, eso podría significar la ruptura del pacto por la Justicia al que llegaron Zapatero y Rajoy, y por cuya virtud se procedió a la renovación del Consejo del poder Judicial con Carlos Dívar en la presidencia del gobierno de los Jueces.

Ante estas confusiones múltiples, el Gobierno no ha dudado en plantarse. Rodríguez Zapatero, de manera tajante, ha señalado que no piensa proceder a una elevación salarial para frenar las protestas. No hay margen para que la movilización se frene con más presupuesto, teniendo en cuenta el esfuerzo que los presupuestos generales del Estado vienen haciendo en los últimos años para proceder a una potenciación de las atenciones judiciales. Al ministro Fernández Bermejo también le parecen inconvenientes e inadecuados los procedimientos decididos por las asociaciones judiciales. Y señala otro detalle nada trivial: por debajo del conflicto asoma su rostro el caso Tirado, el juez sevillano que, con su actuación en el caso Mari Luz, facilitó que el probable pederasta causara la muerte a la pequeña.

Que el juez Tirado aparezca como uno de los convocantes de la movilización, la protesta o la huelga de los jueces, parece a muchos un sarcasmo insoportable, cuando para muchísimos ciudadanos, ese personaje debió haber sido retirado de la carrera judicial apenas se conocieron sus actuaciones como juez. Tratar de resolver el asunto de la muerte de la niña Mari Luz con una sanción de 1.500 euros resulta repulsivo incluso a no pocos de sus colegas, por corporativos que sean…

¿Se llevará a cabo finalmente la huelga de los jueces? Hoy por hoy, resulta improbable. Hay demasiados errores en la convocatoria, y existe una sensación generalizada de que es una actitud desproporcionada e inconveniente. En todo caso, es algo pronto para adivinar lo que sucederá con estas convocatorias de jueces y magistrados, si bien ya hay asociaciones que tratan de anticiparse a las fechas anunciadas por los convocantes y que quieren ponerse en huelga el mes que viene, sin esperar a junio. Pero, frente a esta posición, otros jueces entienden que están causando su propio descrédito, ya extraordinariamente reducido…

José Cavero.

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