El riesgo país se dispara


MADRID, 15 (OTR/PRESS)

La rebaja de la calificación para la deuda pública española por parte de Standard and Poors es una pésima noticia por dos razones: la primera, porque eleva la prima-riesgo país, esto es, el coste que al Estado español le va a suponer colocar su deuda en el mercado financiero; la segunda, porque pone de relieve los graves problemas económico-financieros de la economía española.

Los inversores y los agentes económicos piensan que el brutal endeudamiento acumulado por el sector privado, familias y empresas, se va a ver agravado por el descomunal aumento del déficit y de la deuda pública. En una economía en recesión y con posibilidades de quedarse en el «hoyo» mucho tiempo, eso significa que empieza a percibirse el riesgo de que España tenga serias dificultades para pagar un endeudamiento público y privado muy alto.

Las familias, las empresas y el Estado van a tener dificultades crecientes para obtener recursos para cubrir sus agujeros. Los que consigan serán a un precio mucho más alto al del pasado y aún así sólo lo lograrán las entidades con niveles de solvencia y de garantías muy elevados. Esta situación agudizará el ya marcado estrangulamiento crediticio del sector privado pero también del Estado, cuyos problemas de financiación serán cada vez mayores a causa del derrumbe de los ingresos producido por la recesión y ante la inexistencia de una estrategia presupuestaria capaz de estabilizar las cuentas públicas en el medio plazo. Por otra parte, el Estado español tendrá que competir con otros estados que también emiten deuda lo que encarecerá está y aumentará el peso de la carga de los intereses en el Presupuesto.

Esto tiene muy mala pinta como diría un castizo y todo indica que las cosas irán a peor. La economía española tiene una dependencia enorme de la financiación exterior y existe la posibilidad de que se corte en seco. Desde esta perspectiva, el aumento del gasto y del déficit público constituyen elementos que ponen en riesgo la estabilidad de la economía nacional. Esta situación conduce bien a un aumento de los impuestos en el futuro bien a un recorte del gasto con la finalidad de impedir la crisis fiscal del Estado. La coyuntura es mucho más negativa que hace quince años porque la crisis financiera agudiza las tensiones recesivas y puede llevar a una situación a la latinoamericana.

Lorenzo Bernaldo de Quirós.

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