No estábamos en la «Champion League»


MADRID, 18 (OTR/PRESS)

El negrísimo panorama económico que ha dibujado en los últimos días el vicepresidente segundo Solbes da este recién estrenado año 2099 como prácticamente perdido para la creación de empleo en nuestro país. Bienvenida sea la sinceridad, que iba siendo hora. Pero estarán conmigo en que resulta curioso -en realidad, alarmante- que a ojos del piloto que está conduciendo la nave de la crisis, ninguna de las 82 medidas del Plan E que el presidente Zapatero ha colgado en su página web con un gran alarde de trompetería partidaria sólo horas antes del «destape» de Solbes, parezca capaz de poder ni paliar el que sin duda alguna es el mayor y principal problema de los españoles, el paro, y su secuela infernal: la destrucción de empleo. Porque perder el trabajo por culpa de la crisis es algo que puede pasar y pasa precisamente porque hay crisis, pero que ese puesto de trabajo se destruya quiere decir que cuando el país vaya saliendo de la crisis nadie podrá volver a ocuparlo por la sencilla razón de que ya no existirá.

La pregunta que se hizo el sábado el líder del PP, Mariano Rajoy, sobre cómo es posible que el Gobierno haya ayudado a los bancos y no se haya asegurado de que parte de esas ayudas lleguen a las empresas pequeñas y medianas y a las familias, yo creo que nos la estamos haciendo todos desde que entró en vigor ese plan de «rescate» bancario. Era, se nos dijo, para infundir liquidez y confianza a la banca en un momento de graves turbulencias del sistema financiero internacional, y facilitar así que los bancos volvieran a abrir el grifo del crédito a las pymes y a los ciudadanos. Esto último es lo que justificaba que el Gobierno acudiera en socorro de los bancos con el dinero de todos, el de hoy y del mañana, el superávit, y agostado el superávit, la deuda pública. Si se hunden los bancos, se hunde la economía real, nuestros ahorros, se nos dijo; y es verdad. Pero, amigos y amigas, la realidad es que mientras los bancos siguen dando -y presumiendo: insensatos- de beneficios (algo menores), pero beneficios al fin, el grifo del crédito sigue cerrado, las empresas quebrando, y los trabajadores nutriendo la lista del paro. Gobiernos que se endeudan para ir al rescate de Bancos que no prestan, igual a inversores que no invierten y empresarios que no contratan, igual a cae la actividad económica y aumenta el desempleo. Ocurre en todo el mundo, es verdad. La situación es, como apunta Solbes, globalmente insólita. Ahora, ¿por qué España crea casi el doble de paro que la media de la Unión Europea si nuestro sistema bancario se supone que era el que funcionaba mejor? ¿O tal vez suponíamos mal…?

Consuelo Sánchez-Vicente.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído