MADRID, 20 (OTR/PRESS)
El Gobierno ha recibido en las últimas veinticuatro horas dos palos de órdago. Lo ha reconocido el ministro de Industria. Dos estacazos que deberían preocupar seriamente al Ejecutivo y a los españoles. Desde Europa nos dicen que lo previsto por Solbes para este año y el que viene es poco para la que nos espera y la más prestigiosa casa de calificación de riesgos del mundo ha rebajado el de España lo que nos hace aún más vulnerables a los ojos de los inversores extranjeros. La deuda de España será a partir de ahora más cara si queremos que nos la compren. Las cuentas hablan de nada menos que 11.000 millones.
Es incomprensible y por supuesto irresponsable que el Gobierno siga a estas alturas y con estos toques de atención mirando para otro lado, engañando a los ciudadanos sobre la gravedad de la crisis, el esfuerzo que hay que hacer y la necesidad de adoptar medidas de calado que se dirijan directamente a la raíz del problema. Desde Europa nos han dicho que hay una crisis financiera que nos afecta, pero que por nuestro modelo productivo basado en el sector inmobiliario vamos a sufrir más que otros, ya que estas crisis son más complicadas y llevan más tiempo superarlas.
El Gobierno ridiculiza las previsiones de la Comisión Europea. Dice que los organismos internacionales se equivocan y para equivocaciones las del gobierno. Es increíble que con el escenario que se nos avecina de dos años de recesión y de destrucción masiva de empleo, el Gobierno siga divagando y vendiéndonos unas medidas que son absolutamente ineficaces para sacarnos de esta situación de deterioro espectacular. Zapatero no se lo toma en serio y Solbes dice unas cosas y otras sin solución de continuidad. No hay margen, pero todos se equivocan. Hay que confiar en Obama dice la número tres del PSOE.
Es de una caradura que ya es esperpéntica. No miran a su alrededor. No ven las colas del paro, los dramas humanos, los comedores, no escuchan lo que nos dicen desde fuera, ni siquiera a los economistas del país. La economía española necesita quimioterapia y nos dan aspirinas. ¿Por qué nos vendieron que los bancos iban a dar crédito y ahora se echan las manos a la cabeza? ¿Se dejó engañar Zapatero o Zapatero nos engañó a todos? Hay muchas preguntas sin respuesta y el presidente se niega a ir al Parlamento a dar explicaciones. Es bochornoso y sólo cabe esperar que más pronto que tarde una gran parte de la sociedad española despierte.
Carmen Tomás.
