MADRID, 19 (OTR/PRESS)
La doble campaña de las elecciones gallegas y vascas del primero de marzo, ha arrancado en los dos últimos fines de semana, sin mayores esperas, en mítines de los correspondientes candidatos y dirigentes. Hay que aprovechar el tiempo, escaso, porque las encuestas no terminan de establecer lo que sucederá en las urnas: Una encuesta en La Razón indica que Feijoo, el candidato del PP, repetirá mayoría, pero sin lograr desbancar de la Xunta al bipartito de socialistas y BNG: el PP tendría entre 35 t 37 diputados, en todo caso, menos de los 38 que necesitaría para recuperar el gobierno. Ante las elecciones vascas aún no hay encuestas nuevas, pero las ya conocidas, insistían en los avances que los socialistas han ido registrando, hasta el punto de alcanzar una situación de empate técnico con el PNV. En Euskadi sí puede producirse el vuelco político, aunque el juego de alianzas poselectorales pudiera reducir sustancialmente el cambio posible, por ejemplo, mediante la coalición de los dos grandes partidos, PNV y PSE.
En todo caso, los dirigentes políticos se ven en la necesidad de participar activamente en la campaña para reforzar la actuación de sus correspondientes candidatos, Núñez Feijoo y Basagoiti, en el PP, y Touriño y Patxi López para el PSOE-PSE. En alguno de los casos, el partido «del lugar» prefiere que no haya «invasión exterior», de dirigentes políticos «en paracaídas». El PSE sólo quiere a Zapatero en campaña, y huye del desembarco de ministros. Zapatero dará tres mítines. Posiblemente temen los socialistas vascos que el Gobierno «de Madrid» pueda sufrir un voto de castigo por causa de la gestión de la crisis.
Pero incluso ya con esas incertidumbres finales que ofrecen los correspondientes electorados en Galicia y Euskadi, se emplean los mítines para hacer referencia a las grandes cuestiones nacionales. Mariano Rajoy se ha referido a los datos revisados por el vicepresidente Solbes sobre la marcha de la crisis. Rajoy pide al vicepresidente que dimita, por entender que ha agotado sus ideas y propuestas, y que no parece tener la varita mágica que nos saque de una situación comprometida. Rajoy denuncia, asimismo, que los socialistas ofrecen en Euskadi más nacionalismo, como lo hacen también en Cataluña o en Galicia. Rajoy afirma que los socialistas y los nacionalistas representan «lo mismo» en Euskadi como en Galicia, y sugiere que Patxi López no se propone cambiar el estado de cosas, sino apoyar a Ibarretxe… A su vez, el candidato socialistas se postula como la alternativa a un tripartito paralizado en Euskadi, y con un lehendakari que no escucha a sus conciudadanos. Parece evidente que no tendrá posibilidades de realización lo que hubieran deseado en el PP: Que los socialistas llegaran al poder en Ajuria Enea con ayuda del PP. Más bien podría gobernar en solitario, o incluso llegar a algún acuerdo de «gran coalición» con el PNV, con cambio en la presidencia…
En resumidas cuentas: en una y otra elecciones, parece ser el PP quien más se la juegue, y sus perspectivas de mejora no son espectaculares en ninguno de los escenarios. En cambio, parece probable que los socialistas se mantengan en la coalición con el nacionalismo en Galicia y puedan imponerse en Euskadi, por cuenta propia o colaborando con el PNV…
José Cavero.