MADRID, 24 (OTR/PRESS)
Ajeno completamente a la polémica que envuelve a sus compañeros de partido en Madrid, Federico Trillo, coordinador de Libertades y Justicia del Partido Popular, denunció el viernes el «preocupante aumento de la criminalidad en España con Zapatero». A juicio de este importante dirigente de la oposición, el numero de delitos y faltas ha crecido un veinte por ciento desde que los socialistas llegaron al poder en el año 2004. Seguramente el dato era de crucial importancia en la labor de este responsable político porque, si no, resulta inexplicable que eligiera estas fechas tan comprometidas para su partido para hacer públicos datos de delitos.
Horas antes, el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, miembro de la ejecutiva del Partido Popular, había presentado ante la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad de Madrid una denuncia porque la Consejería de Interior de la Comunidad, en manos del PP, encargó y pagó un seguimiento de su persona «con intenciones que no se pueden comprender». ¿Estaban estos delitos incluidos en el aumento de la criminalidad que tanto preocupa al guardián de las libertades, Federico Trillo? ¿El espionaje entre miembros de un mismo partido, con fondos públicos, para la elaboración de dossieres y contratando a ex policías y guardias civiles es un delito o es una falta?
Tampoco fue muy oportuna la Presidenta de la Comunidad de Madrid, a quien este berenjenal le ha estallado entre las manos y juega , una vez más, a hacer gala de su fuerte carácter para frenar huracanes. En ninguna de las informaciones publicadas hasta la fecha se da a entender que ella estuviera al corriente de los juegos de espías que se traían entre manos algunos de sus altos cargos. Pero ella ha decidido cerrar filas y poner la mano en el fuego por su ejecutivo. Tiempo tendrá de retirarla para no quemarse.
De momento, ayer coincidió con Gallardón en un acto del partido. Su guerra política ya es a cara de perro. Tan airada estaba que se le escapó una frase dirigida a su jefa de prensa cuando se vio rodeada de periodistas: «¿Quieres que les diga algo para que se amainen?» (¡qué feo, como si los informadores fueran fieras!) para añadir, ya más calmada y políticamente correcta: «Espero que la justicia resuelva lo más pronto posible». Eso es lo que esperan todos los ciudadanos porque lo que se va sabiendo cada día, con asaltos a despachos incluidos, empieza a desbordar las bromas de Mortadelo y Filemón Estamos, como Federico Trillo, muy preocupados por el incremento de la delincuencia.
Victoria Lafora.
