Consuelo Sánchez-Vicente – Ruiditos de fondo


MADRID, 25 (OTR/PRESS)

Dice el responsable económico del PP, Cristóbal Montoro, que lo de la presunta trama de espías anacletos de Madrid son «ruiditos de fondo» de la política, y tiene toda la razón. Lo importante como él mismo añade es esta crisis sin precedentes que tenemos encima, y lo que más importa y nos preocupa a todos de esa crisis es el paro. Con 3.200.000 parados oficiales que todos sabemos que en realidad son muchísimos más, el Gobierno y la oposición no deberían pensar de la mañana a la noche en otra cosa que en cómo taponar la hemorragia. Las heladoras previsiones oficiales y oficiosas oscilan entre un incremento de 1.000.000 ó 2.000.000 millones más de parados sólo en 2009, y ni por lo oficial ni por lo oficioso se atreve nadie a ponerle un suelo a la crisis ni una fecha de caducidad aunque sea aproximada a la destrucción de empleo.

Con este panorama, achacar el hecho incontestable de que España es la mayor fábrica de parados de la unión europea al «gran dinamismo de la población activa española», como acaba de hacer el Gobierno por boca del secretario de estado de economía, David Vegara, yo creo que es una burla como para parar el tráfico que ni el principal partido de la oposición ni su líder, Mariano Rajoy, deberían dejar pasar como quien mira llover. Pero la realidad obliga a reconocer como deseos lo que son simples deseos. Entretenidos en sus politiquillas de poder, a los populares se les va el tiempo y a los ciudadanos la esperanza de que al menos la oposición sepa lo que hay que hacer.

Subrayar los malos datos de empleo no es alegrarse de los malos datos de empleo, como repite falazmente el Gobierno ante las más débiles críticas del Partido Popular. Criticar al Gobierno es lo que tiene que hacer la oposición. Pero en situaciones extraordinarias, como esta crisis, son necesarias reacciones también extraordinarias. Esta vez, Mariano Rajoy y su partido también tienen que decir que es lo que hay que hacer. Siempre hablan de bajar los impuestos, adelgazar la administración, recortar gastos, reformar el mercado laboral… como dice Obama, acabar con la ineficacia y el despilfarro. Pero también deben decir cómo se hace, de dónde hay que recortar. En momentos de absoluta incertidumbre como los actuales, eso es lo que los ciudadanos esperamos del Gobierno y de la oposición.

Consuelo Sánchez-Vicente.

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