Charo Zarzalejos – De urnas y espías


MADRID, 31 (OTR/PRESS)

Realmente no hay minuto para la monotonía. De Europa nos llegan predicciones sobre nuestra economía más que aterradoras, los nacionalistas dan por bueno que el Presidente no comparezca en el Parlamento, cuando en todos los países del mundo o bien hay consenso o bien los gobiernos de turno son sometidos al estricto control de la Oposición como le ocurre al mismísimo Obama. Mañana lunes, en Moncloa, los banqueros van a escuchar del Presidente que deben hacer el esfuerzo necesario para que el dinero circule, pero los banqueros españoles han optado por hacer lo que creen que deben hacer y lo primero es demostrar que no sólo sus cifras de morosidad alcanzan, en su conjunto, unas cifras preocupantes para la economía española, sino que además incluso aquellos que tienen dinero -que los hay- se han retraído a la hora de embarcarse en nuevas obligaciones económicas.

A día de hoy no sabemos qué bancos han acudido a las subastas, se ha renunciado_también por parte del PP en aras al acuerdo -al que debiera ser obligado control parlamentario-. A los bancos se les permite un cierto oscurantismo pero nada complicado es acceder a nuestros datos, a los de los ciudadanos, que por el pago retrasado de una multa ves cómo tu nombre aparece en una lista de morosos.

Pero además de la crisis económica que va a ser nuestra sombra durante mucho tiempo, resulta que en Madrid -siempre Madrid- hay espías y espiados en el seno del PP, un PP al que Mariano Rajoy trata de dirigir sin estridencias, sin dar puñetazos en la mesa y ,ya se sabe, que hay momentos en los que los das o te los dan. En cualquier caso, el «caso de los espias» ha sido la plataforma que ha servido para poner al descubierto hasta qué punto existe un profundo divorcio entre el PP de Madrid, capitaneado por Esperanza Aguirre, y la dirección nacional. Se extiende como una mancha de aceite la idea de que Rajoy «no aguanta». Pero Rajoy está dispuesto a aguantar. «Me ha elegido un Congreso y un Congreso -si así lo quieren- me echará, pero no me voy a ir». Pero cuidado, mucho cuidado porque si en las elecciones europeas el PP no supera al PSOE quizás haya alguno que intente un nuevo Perbes; es decir, un golpe de mano para cambiar el rumbo. Quienes miran a Aznar se equivocan porque no va a volver, pero si tuviera que influir, dar su opinión, ésta se decantaría antes por Gallardón que por Aguirre y Rodrigo Rato -para muchos la esperanza blanca- guarda silencio y distancia. A la espera de acontecimientos.

Rajoy es un hombre sensato, preparado y prudente. No va por la vida de «killer», que se ha equivocado en algunas decisiones pero que, con seguridad, y sea cual sea su futuro más inmediato, serán los propios populares, incluso los que le critican y si pudieran le echaban, los que tendrán que agradecerle tanta travesía del desierto. Al tiempo.

Y como es el tiempo lo que corre directamente a las urnas gallegas y vascas, PP y PSOE se lanzan de lleno a las mismas. En Galicia, los socialistas, para «quedar bien» necesitan acortar distancias con el PP, que continuará siendo la primera fuerza política, y en el País Vasco Patxi López tendrá que hacer buenas las expectativas. Creen los socialistas que nunca se ha estado tan cerca del triunfo, que ahora sí es posible. En Galicia PSOE y BNG son prácticamente un único ticket, en la medida que la reedición del bipartito es segura pero en el País Vasco está por ver. El PSE quiere un Gobierno monocolor, en minoría y con pactos. Cualquier fórmula menos la de un pacto con el PP que dejara fuera al PNV.

Todos los frentes informativos están llenos de interés. Todos sugieren lecturas en muchas dimensiones y todas ellas constituyen, conforman la realidad de una España que ha pasado de los días de luz al túnel sin pestañear. ¡Somos únicos!

Charo Zarzalejos.

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